Voces del Territorio
Alto Putumayo
Narrativas de los actores Alto Putumayo, Putumayo
Taller participativo en Alto Putumayo, Putumayo
La comunidad Kamentsá (o Camsá) del alto Putumayo reside principalmente en el resguardo Inga – Kamentsá Biyá de Sibundoy y en el resguardo Inga – Kamentsá de San Francisco, en zonas montañosas al oriente del Alto Putumayo, pero no está limitada a estos. Una parte significativa de las problemáticas relacionadas con el entorno natural mencionadas por la comunidad en el taller realizado se distribuye en dos tipologías de CSA: gestión ambiental y extracción minera y de materiales. Sin embargo, hay referencias a problemáticas en todas las tipologías, excepto por la extracción y producción de hidrocarburos que en la región no se lleva a cabo.
En cuanto a la primera tipología, resalta la preocupación por el gestión del recurso hídrico en el alto Putumayo. El vertimiento de aguas negras sin tratamiento previo sucede en las quebradas Cabuyayaco, Sagrado e Hidráulica, en los municipio de Sibundoy y San Francisco, en afluentes que llegan al río Mocoa y alimentan al Distrito de Drenaje del Valle del Sibundoy. Las aguas residuales son vertidas en la zona plana y provienen de las cabeceras municipales.
Sobre el Distrito de Drenaje, señalan que en algunos sectores no ha sido concluido, lo que afecta las dinámicas del agua allí; que ha llevado a la sedimentación y secamiento de un cuerpo hídrico (no identificado) por falta de planeación adecuada; o que sus rondas hídricas se han roto por falta de mantenimiento. En menor proporción fue señalada la falta de saneamiento al interior de los resguardos y la contaminación del aire por cuenta de hornos de cal y ladrilleras.
La extracción de materiales de construcción es percibida como una problemática por la comunidad por afectar cuerpos hídricos. El material de arrastre es extraído de los ríos San Francisco, San Pedro, Putumayo, Quinchoa y Secayaco, en San Francisco y Sibundoy, generando afectaciones a la calidad y el curso natural del agua. En menor medida destacaron problemáticas por minería aurífera y contaminación por uso de mercurio en la parte alta de los ríos San Francisco y San Pedro, actividad que, apuntan, se realiza desde hace más de cinco décadas.
Cuestiones relacionadas al ordenamiento territorial fueron la siguiente tipología más mencionada. La comunidad Kamentsá expresa que la minería ha generado discusiones por la falta de aplicación de la consulta previa en negociaciones con autoridades gubernamentales para llevar a cabo esta actividad en su territorio, en particular en el sector de San Andrés del municipio Santiago. La expansión urbana de cabeceras municipales como Sibundoy, el municipio más poblado del valle, es percibida como carente de planeación, lo que genera nuevas presiones sobre la zona demográficas y ambientales en la zona. La comunidad indígena también manifiesta dificultades con el traslape de distintas figuras de ordenamiento territorial, como resguardos, áreas de reserva y Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas de autoridades municipales; y la llegada de terceros que han adquirido terrenos en áreas de resguardos o en planes de expansión de estos en los sectores Mulachaque y Paraíso, en San Francisco.
En el taller surgieron reflexiones sobre la relación de la comunidad local indígena con entidades involucradas en la gestión ambiental y el ordenamiento territorial del alto Putumayo. Se indicó que falta de representación ante entidades como Corpoamazonía en los acuerdos de gobernanza establecidos en conjunto, y sobre la falta de seguimiento y cumplimiento de los acuerdos concernientes a la aplicación de consulta previa en los POMCAS Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas de los municipios del valle y las áreas de reserva. La proyección turística sin concertación comunitaria en la cuenca alta del río Mocoa también se mencionó como una posible discusión entre actores.
En la tipología de lo agropecuario, tierras y gestión forestal, la pérdida de cobertura vegetal dentro de los resguardos o en sus inmediaciones desde distintos frentes fue reseñada como la mayor problemática entre actores. La ganadería se ejerce en las partes planas, principalmente, pero se ha expandido a las montañosas que conservan parte de la vegetación de bosque húmedo alto andino de la región. Lo mismo sucede con el avance de la frontera agrícola a través de monocultivos. La extracción de carbón también fue asociada a la deforestación en la parte alta de Santiago. También ubicaron que existe explotación forestal en el resguardo en el predio El Paraíso.
Con menor frecuencia surgieron referencias a las tipologías de infraestructura para el transporte y biodiversidad, conservación, mitigación y adaptación al cambio climático con soluciones basadas en naturaleza. Sobre la primera, la pavimentación de la carretera Mocoa – San Francisco genera resistencia en comunidades indígenas por los posibles impactos ambientales y sociales del proyecto. La actual carretera tiene 75 kilómetros, atraviesa ecosistemas desde los 600 m.s.n.m hasta los 2800 m.s.n.m. y pasa por el resguardo Inga – Kamentsá de San Francisco. También se mencionó la construcción de la vía que conecta Villanueva con Sagrado Corazón de Jesús, veredas de Sibundoy.
Problemáticas cercanas a la biodiversidad, conservación, mitigación y adaptación al cambio climático tuvieron menciones individuales. El tráfico y la extracción de orquídeas en la parte alta de la cuenca del río Putumayo levanta preocupaciones por la conservación de la biodiversidad, según un asistente al taller. En la misma dirección está la pérdida de semillas silvestres y nativas y sus usos tradicionales por la adopción de semillas transgénicas. La posible introducción de proyectos REDD+ al resguardo Inga – Kamentsá Biyá de Sibundoy genera dudas por sus eventuales efectos.
Por último, el proyecto de construcción de una hidroeléctrica en el río Putumayo, a la altura de la vereda Balsayaco del municipio San Francisco, es percibido como una problemática correspondiente a la tipología de producción de energía, pues pone en riesgo la estabilidad geológica de la zona, la calidad del agua y la permanencia de sitios de connotación religiosa para los indígenas Inga y Kamentsá de la zona.
La comunidad Inga se distribuye en 6 resguardos en el alto Putumayo, ubicados en zonas montañosas circundantes a lo que se conoce como valle del Sibundoy, y que se localiza enl los municipios del alto Putumayo. Los CSA identificados tienen lugar sobre estos territorios y, según los testimonios recogidos, se relacionan con tres tipologías principalmente: Extracción minera y materiales de construcción; Infraestructura para el transporte; Agropecuario, tierras y gestión forestal.
Sobre la extracción minera y materiales de construcción, en el taller se mencionó un punto de conflictividad en la vereda Porotal, jurisdicción del municipio San Francisco y frontera con Mocoa. Además de estar en área del Resguardo Indígena Kamentsa – Inga de San Francisco, el proyecto está en tierras de la Reserva Forestal de la Cuenca Alta del Río Mocoa.
También hay extracción de materiales de construcción sobre la cuenca de afluentes importantes para la región. La minería de arena y material de arrastre sobre el río San Pedro, río Quinchoa el río Balsayaco y en el humedal de las Darsenas fue señalada por los asistentes. Estos nacen en zona montañosa, al norte y al sur del Valle del Sibundoy respectivamente, y desembocan en el río Putumayo. Estas actividades se identificaron en los municipios de Colón y San Francisco, en inmediaciones o dentro de resguardos de la comunidad Inga. Los asistentes asociaron estas actividades extractivas a la contaminación de fuentes hídricas y a la reducción de sus caudales, lo cual ha tenido efectos variables sobre el Distrito de Drenaje del Valle del Sibundoy.
Otro núcleo de conflictos mencionado con frecuencia fue el de la expansión de monocultivos en la zona, que entra en la tipología de Agropecuario, tierras y gestión forestal. Los monocultivos están principalmente ubicados en las tierras planas del valle, pero los asistentes señalaron que hay avance de cultivos en zonas de páramo y en la parte alta del Resguardo de San Andrés. Mencionaron cultivos de fríjol, espinacas, arracacha, plantas frutales y de papa en las partes más altas. Se señaló que varias de estos cultivos al estar en monocultivos requieren abundante usos de agroquímicos, lo que para los locales ha significado la contaminación del suelo, de fuentes hídricas y del aire por cuenta de los distintos agroquímicos que se aplican donde se encuentran los fungicidas. Por otro lado, los asistentes también relacionaron el avance de los monocultivos con la deforestación de la zona. La tala indiscriminada sucede en las partes altas de los municipios del alto Putumayo, que es donde más se conserva la vegetación nativa. Según la comunidad Inga, esta problemática se concentra en los resguardos de Santiago y San Andrés, al sur y suroccidente del valle. Además, dicen que los monocultivos tienen el potencial impacto social de propiciar la pérdida de la autonomía alimentaria.
La construcción de infraestructura para el transporte es la tercera tipología de CSA que más resaltó en los talleres. En particular la propuesta de mejoramiento de la vía San Francisco – Mocoa genera dudas en los locales, pues implica pasar por numerosas fuentes hídricas y por la Reserva Forestal de la Cuenca Alta del río Mocoa. La pavimentación de vías menores dentro del municipio de Sibundoy también ha levantado controversias, dentro de las que se encuentra la vía del barrio Pablo VI al Puente Amarillo en Sibundoy; lo mismo que la variante de Santiago (Putumayo) a El Encano (Nariño), que atraviesa el páramo de Bordoncillo. En los talleres realizados, los Inga reconocen que hay posiciones encontradas frente a estos proyectos de infraestructura, pues si bien para ellos implican un riesgo ambiental y cultural, otros sectores civiles (como transportadores y comerciantes) son favorables a los proyectos. Para los indígenas, esto ha generado división entre las comunidades y es una posible fuente de corrupción, además de facilitar la migración de personas y por lo tanto la entrada de nuevas presiones sobre el territorio.
La construcción de una “Pequeña Central Hidroeléctrica” en el río Putumayo, a la altura de la vereda Balsayaco en el municipio de San Francisco, ha recibido la oposición de las comunidades locales por considerar que el proyecto pone en riesgo la estabilidad geológica de la zona, la calidad del agua y la permanencia de sitios de connotación religiosa para los indígenas Inga y Kamentsá de la zona.
Otros de los CSA propuestos por la comunidad Inga en los talleres fueron la cacería indiscriminada de fauna dentro del resguardo de San Andrés y la reducción de flora y fauna en general en la región. Igualmente en cuanto a la reducción de cauces se señala que se está se da en el río Balsayaco. Por otra parte aunque no es propiamente un CSA, los asistentes se refirieron a la falta de apoyo de instituciones para la formulación del Plan de Ordenamiento Territorial Indígena en el valle del Sibundoy.
En el taller de la comunidad campesina indicaron que dentro de los conflictos socioambientales están los temas concernientes al tema de la vía San Francisco Mocoa, en la que señalaron que hay un conflicto comuneros-Rdo y Cabildo Kamentsa Biya por ausencia de consulta previa, adicional a esto indicaron que consideran que es hay una construcción ilegal con licenciamiento ambiental viciada en diseño incorrecto de esta variante.
Otro tema que identificaron en el marco del taller que se está dando y está generando conflictos socioambientales es lo relacionado con la ampliación de frontera agropecuaria, donde como producto de esta expansión indicaron que se está dando tala indiscriminada de bosques en la parte alta, en donde igual señalaron que esto se acentúa por los permisos ambientales para extracción de madera, la extracción ilegal de madera carbón y biodiversidad en resguardos y reservas naturales en los cuatro municipios del alto Putumayo, por ejemplo en lugares como la vereda Bellavista en Sibundoy. Adicional a esto, con el tema agropecuario indicaron que se está dando ganadería extensiva en distintas zonas de lo que se reconoce como Valle del Sibundoy y que está en los distintos municipios del alto Putumayo. En lo concerniente a los monocultivos se indica que hay un tema de contaminación cruzada de cultivos, en donde señalaron que no hay control de las plántulas que ingresen al Valle del Sibundoy, que existe pérdida de conocimiento de semillas y tecnologías propias por expansión de semillas manipuladas y paquetes tecnológicas exógenos en los cuatro municipios.
Además de esto en cuanto a los temas de cultivos, los otros conflictos socioambientales que los participantes asociaron, fue la presencia de monocultivos en los que se aplican herbicidas, especialmente en la franja entre los 2000 y 2500 metros, lo que señalaron que viene generando contaminación de las aguas e indicaron que no hay ningún control o penalización afectando a miles de personas, como se dicen que pasa en la vereda San José de Tacangayaco en Colón. A esto los participantes le suman que hay un mal manejo de residuos de agroquímicos, en su aplicación a cultivos de frijol, lulo, aguacate en el Valle de Sibundoy en cercanía de los cultivos a la población, contaminando con herbicidas ríos como el Takangayaco.
En cuanto a otros cultivos que los asistentes indicaron que ha estado llegando a Alto Putumayo, y que está generando conflictos socioambientales, se encuentra el establecimiento de los cultivos de aguacate por empresarios y carteles del narcotráfico. Muchas de estas presiones indican que está generando agrietamientos dados por la erosión.
También dentro de los temas que incluyeron que generan conflictos socioambientales estuvo la minería artesanal de oro en el alto San Pedro en zona de Reserva resguardo y zonas de fragilidad o riesgo a la remoción en masa, en donde parte de la minería del río San Pedro, indicaron que es de extracción de minerales de arrastre, donde se ha desviado la cuenca del río, y esto cuenta con permisos para hacer esta extracción. También indicaron que en la zona de San Francisco y Santiago hay intereses trasnacionales de exploración y explotación minera en el pie de monte de zonas de reserva de resguardos y zonas frágiles.
En cuanto al distrito de manejo integrado señalaron que hay un mal manejo de zanjas entre predios afectados, donde se perjudican cultivos en época de invierno, señalaron que este lo abandonaron y que está mal diseñando, puesto que se desecaron 9000 ha de humedades alterando la ecología de la región. Sumado a esto se indicó que hay un mal manejo de aguas residuales del valle del Sibundoy, colmatación de canales del distrito de drenaje, materiales arrastrados de zonas de lomeríos, en donde se genera contaminación de agua porque no funcionan las PTAR.
Otros temas que la gente identificó que están generando conflictos socioambientales son los que se relacionan con el mal manejo ambiental en los cuatro municipios, la inexistencia de P.O.T. para sectorizar los proyectos. También en el marco del taller indicaron que algo que está generando conflictos socioambientales en la zona es que hay ignorancia comunitaria sobre historio, biodiversidad y potencial eco productivo del alto Putumayo. Además de esto se indicó que hay degradación por personas por la pesca y por recreación. Sumado a estos temas, otros temas que se indican que está generando conflictos socioambientales es respecto al alcance de las consultas previas para las nueva adjudicaciones.
Los delegados de las organizaciones campesinas y otros representantes de la sociedad que estuvieron en el taller, identificaron CSA asociados a los hidrocarburos por contaminación de fuentes de agua en la batería Colón ubicada en el municipio de San Miguel, municipio cuya área está dentro de un bloque de hidrocarburos en estado de exploración. Por su parte, en el municipio de Puerto Asís se señalaron pasivos ambientales y contaminación de fuentes de agua derivados de la actividad petrolera en los corredores Caleras y Puerto Vega-Teteyé.
Por otra parte, hay una problemática de cultivos de uso ilícito en el bajo Putumayo, que reúne procesos de deforestación (quema de bosque), falta de presencia estatal, ausencia de oportunidades económicas y presencia de grupos armados ilegales. Los cultivos de uso ilícito se señalaron principalmente en los municipios de Villagarzón y San Miguel.
En cuanto a los temas de minería, se hizo mención especial de la cuenca alta del río Mocoa, así como minería de tipo artesanal de extracción de balastro sobre el río en San Miguel, en las veredas Tres islas, Betano, Palmira, Mandur y en río Valle del Guamuez y San Miguel.
Por su parte, en la subregión del medio Putumayo, en el municipio de Villagarzón, se señaló el mal manejo de residuos sólidos, así como la construcción del relleno sanitario. Otro de los conflictos identificados fue el manejo del Distrito de Riego en Sibundoy. En el aspecto de infraestructura se destacó nuevamente el tema del proyecto perimetral Sibundoy-Mocoa.
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