Agropecuario y Gestión Forestal
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Conflictos por ocupación del territorio en el resguardo indígena Nükak
Descripción
Los Nükak son un pueblo indígena nómada que tradicionalmente ha habitado la zona de interfluvios de los ríos Guaviare e Inírida, en lo que corresponde al norte y nororiente del departamento del Guaviare. Se tiene conocimiento de su presencia en la región desde acercamientos iniciales de los indígenas con población colona en 1963 y con grupos misioneros que llegaron allí en la década de 1970 (Cabrera, 2021). Sin embargo, la fecha “oficial” del encuentro de los Nükak con la sociedad mayoritaria y con el estado colombiano es 1988, cuando un grupo de indígenas, en su mayoría mujeres y sus hijos, llegó al municipio de Calamar, Guaviare. Las versiones sobre este contacto varían e indican que se debió a que los indígenas buscaban atención médica por el contagio de enfermedades respiratorias, a que se vieron acorralados por el avance de la colonización cocalera y enfrentamientos entre actores armados ilegales, o a que huían de las retaliaciones de algunos colonos por el robo de un niño mestizo (Peña, 2021; Cabrera, 2020).
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Desde entonces, el contacto con la sociedad mayoritaria se difundió entre los distintos núcleos de la población Nükak. Este acercamiento ha tenido diversas consecuencias en procesos de cambio cultural (Mincultura, 2012; Mahecha y Franky, 2011). Entre ellos está la transmisión de enfermedades, el debilitamiento de redes de parentesco y de reproducción cultural, el asentamiento en entornos urbanos en condiciones de precariedad, o la reducción de la movilidad y de usos e interacciones con la naturaleza. En 1993 fue establecido el Resguardo Nükak al nororiente del Guaviare y cuatro años después se le hizo una ampliación, con el fin de contrarrestar estas problemáticas que ponían en riesgo la identidad cultural y la característica nomádica de los Nükak (INCORA, 1993); además, el caso había ganado atención nacional e internacional por tratarse de un grupo nómada con mínimo contacto previo (El Tiempo, 1993). 954.480 hectáreas constituyen el resguardo, pero en las últimas dos décadas los Nükak solo lo han habitado parcialmente o en sus fronteras, o no lo han habitado en general, puesto que han sido desplazados hacia San José del Guaviare y sus inmediaciones (Corte Constitucional, 2012; El Tiempo, 2022; Unidad de Víctimas, 2024).
El desplazamiento de los Nükak obedece a varias presiones que se fueron sumando sobre ellos y su territorio. Por un lado, desde la década de 1980 la colonización de las planicies del Guaviare por parte de población mestiza proveniente de los llanos y la región andina llegó a un punto en el que interrumpió sus dinámicas espaciales nómadas, en especial en el sector occidental del resguardo. En la década de 1990, el avance de cultivos de uso ilícito y del conflicto armado en el mismo sector limitó aún más la movilidad de los indígenas (Mahecha, et. al., 2011). En el sector oriental del resguardo, el asentamiento de la misión religiosa The New Tribes conocido como Laguna Pavón II se convirtió en un polo de dependencia para los tránsitos, consumos y la salud de los indígenas. Después de la salida de la misión en 1996, esta dependencia de los núcleos Nükak del sector condujo a que buscaran en asentamientos colonos las ayudas que antes recibían de su parte, a lo largo de los ríos Guaviare o Inírida o de las redes de trochas que se estaban expandiendo (Mahecha y Franky, 2015).
Las dinámicas espaciales de los Nükak consisten en la movilidad de núcleos o grupos locales de varias familias en circuitos que conocen y que han adaptado para atender sus necesidades alimentarias. A lo largo de los circuitos siembran jardines o chagras de distintas plantas como frutales y tubérculos e intervienen procesos naturales para atraer la presencia de fauna para la caza (Cárdenas, D y Politis, G, 2000). Las necesidades y posibilidades de recolección, caza y pesca marcan los ritmos de los movimientos de los Nukak en este circuito. Se han registrado usos de alimentación y de producción material para más de 120 especies vegetales (Cabrera, 2022). Este amplio conocimiento del manejo del entorno ha sostenido una dieta y cultura material diversas en los Nükak, pero depende del acceso a grandes áreas de selva y corredores biológicos para su sostenibilidad. Se ha estimado que los grupos locales Nükaks al interior del resguardo solían establecer hasta 80 campamentos residenciales al año, con una permanencia promedio de 3 a 8 días y a distancias de 4 a 10 kilómetros uno del otro, desde los cuales grupos domésticos, menos numerosos y conformados por parientes directos, hacían exploraciones para encontrar recursos (Politis, 1996). Completar un circuito podía tomar hasta tres años, y cada grupo local, de 13 identificados en el resguardo según distintas fuentes, tenía uno determinado.
La terminación muno significa gente de y designa a los grupos locales según su ubicación geográfica en el resguardo. Los más grandes han sido Wayari muno, que es “gente del Guaviare”; Mipa muno, “gente del Inírida” y Meu muno, “gente de las cabeceras de los caños o de la coronilla”, que corresponden a los sectores norte, sur y a la divisoria de aguas de las cuencas del Guaviare e Inírida, en la zona central del resguardo, respectivamente (Mahecha et. al, 2011). Mauro muno es el nombre que ha recibido el Consejo de Autoridades Tradicionales del pueblo Nükak que engloba a los 13 grupos locales e interactúa con la institucionalidad estatal (Akubadaura, 2021).
La expansión de la colonización campesina dirigida y espontánea, de cultivos de uso ilícito, de monocultivos legales, de redes de trochas, de ganadería extensiva, de deforestación y del conflicto armado, son presiones simultáneas sobre los indígenas y el medioambiente. Las afectaciones a estas dinámicas espaciales nómadas han llevado a interrupciones y desequilibrios que resultan en procesos de sedentarización, dependencia y desplazamiento forzado, además del aumento de tensiones entre actores civiles como campesinos colonos e indígenas (Barbero, 2015). La explotación de hidrocarburos se planteó a inicios de la década de 1990 pero nunca se materializó (CNMH, 2019).
Los episodios de desplazamiento hacia San José del Guaviare iniciaron en 2002 con la intensificación de acciones violentas, producto de la entrada de grupos paramilitares que disputaban el control territorial sostenido por las extintas FARC durante décadas en la región (Cabrera, 2021). El frente 44 de las FARC regulaba las actividades ilegales desde la década de 1990, pero el avance paramilitar en el cambio de siglo llevó a que se refugiaran en las zona oriental del resguardo, lo cual motivó el desplazamiento paulatino de las comunidades locales de esa parte hacia la occidental y eventualmente fuera del resguardo. Las numerosas minas antipersona plantadas a lo largo de corredores estratégicos al interior del resguardo son una de las consecuencias de estas disputas territoriales, y actualmente son uno de los principales obstáculos para la realización de programas relacionados al retorno de los indígenas (Mongabay, 2016). La creciente presencia de actores armados que se identifican como disidencias de las FARC aleja la posibilidad de retorno y obstaculiza el control de autoridades ambientales frente al avance del cultivo de palma de aceite y de carreteras (Mongabay, 2024).
De 2002 a 2008 investigadores han registrado siete movimientos de desplazamiento de distintos grupos locales desde los sectores occidental y oriental del resguardo. Según los registros, 235 personas fueron desplazadas, lo que correspondía al 35% de la población total Nükak del momento (Mahecha et al., 2011). Los procesos de registro de víctimas realizados por la Unidad de Víctimas, por otra parte, suman otros episodios en los cuatro años siguientes que hablan de más de 600 víctimas adicionales de desplazamiento (Unidad de Víctimas, 2024). En la mayoría de los casos, los procesos de retorno han sido insatisfactorios porque en algunos sectores del resguardo no hay garantías de seguridad por presencia de actores armados ilegales y de campos minados (Mongabay, 2016), o porque afectaciones medioambientales han llevado a la interrupción de las dinámicas territoriales de los Nükak, lo cual ha hecho insostenibles formas tradicionales de habitabilidad en el resguardo (Barbero, 2015). En vista de esta situación, la Corte Constitucional ha declarado desde 2009 que los Nükak son una de las poblaciones étnicas en riesgo de extinción por el desplazamiento y el conflicto armado. A pesar de que en distintas instancias ha ordenado acciones para mejorar las condiciones de los indígenas y el resguardo (sentencia T-025 de 2004, auto 004 de 2009, auto 173 de 2012, auto 827 de 2023), el auto de seguimiento más reciente reconoce que los avances institucionales han sido limitados para atender la situación (Corte Constitucional, 2023).
Las cifras de la población Nükak han sido variables. Se calcula que el 40% de la población murió en los cinco años posteriores al encuentro de 1988 (Cabrera, 2021). En la década de 1960 se estimaba una densidad poblacional mayor a lo que se constató en décadas siguientes, pues en 1988 se hablaba de 700 a 1000 indígenas. A mediados de los noventa y durante inicios de la década del 2000 las cifras bajaron a 400 o 500 personas según algunas fuentes (Politis, 2006), aunque el censo de 2005 hace referencia a 1080 personas que se identificaban como Nükak (Mincultura, 2010). Las cifras actuales fluctúan entre estas aproximaciones (Cabrera, 2021; URT, 2023). Según registros de hace una década, en ese momento menos del 2% de la población total superaba los 50 años de edad y el 80% era menor de 30 (Mincultura, 2012), lo cual pone en riesgo la capacidad de reproducción cultural de la sociedad Nükak.
Sumado a lo anterior, el desplazamiento y el asentamiento en cabeceras urbanas ha generado procesos de bilingüismo en poblaciones jóvenes Wayari muno y Meu muno que no han tenido la oportunidad de habitar el resguardo bajo los modos tradicionales de vida. El aprendizaje de español ha sido incentivado por entidades estatales pues facilita la comunicación con los Nükak, que durante décadas ha sido de los principales obstáculos en la relación entre indígenas y estado, pero también ha generado tensiones al interior de algunos grupos locales porque hay disputas generacionales por la legitimidad y representación de grupos y personas en estas instancias (Cabrera, 2020). Además, hay problemáticas por la incomprensión de los modos de organización social y de gobernanza al interior de la sociedad Nükak desde la institucionalidad, lo cual se traduce en que los mecanismos de participación y toma de decisiones propuestos no se relacionan con el contexto y fallan en sus objetivos (FCDS, 2022; Mahecha y Franky, 2015). Estas diferencias en la comprensión de los modos de vida social que evidencia la relación entre estado e indígenas Nükak han resaltado las dificultades de atender a un grupo en contacto inicial y de implementar el enfoque diferencial de acción sin daño.
El desplazamiento Nükak hacia San José del Guaviare, El Retorno, Mapiripán y las inmediaciones de otros municipios cercanos ha acarreado una asimilación problemática a sus nuevos entornos. En los lugares de recepción los Nükak han conformado pequeñas colonias expuestas a las condiciones más precarias de sus nuevas locaciones. Problemas de orden psicosocial como abuso sexual, prostitución, consumo de sustancias psicoactivas, indigencia y mendicidad se han vuelto recurrentes en una parte significativa de la población joven, además de afecciones a la salud generadas por cambios en la dieta y patrones de movilidad (Cambio, 2023; El Espectador, 2023, El Espectador, 2023a). En la actualidad, las investigaciones consideran que todos los grupos locales de los distintos sectores del resguardo han tenido contactos con los kawene (personas blancas/mestizas) y con procesos de desplazamiento dentro del resguardo o hacia las afueras de éste, que es el caso de la mayoría; y señalan que hay posiciones divergentes en cuanto a los deseos de retornar a los resguardos o de quedarse en los municipios (Mincultura, 2012; Mahecha y Franky, 2015). A pesar de que la figura de los Nükak ha sido un aliciente para la promoción de la diversidad cultural del Guaviare y del multiculturalismo colombiano, en San José las relaciones interétnicas de comunidades desplazadas Jiw, Tukano y Nükak son complejas porque se han conformado jerarquías que relegan a los últimos de espacios de participación y concertación por su limitado conocimiento del funcionamiento estatal (Del Cairo, 2011).
El desplazamiento ha posibilitado la ocupación del resguardo por parte de distintos actores con sus respectivas economías. Los cultivos de planta de coca de uso ilícito se han propagado porque actores armados ilegales y carteles de narcotráfico direccionan población campesina o colona. Se ha documentado que las disidencias de las FARC comandadas por Gentil Duarte han amenazado y prohibido el retorno de Nükaks desplazados a ciertas zonas del resguardo (Ambiente y Sociedad, 2020). Por otra parte, el avance de la frontera agraria ha instaurado monocultivos de palma africana, eucalipto y otras plantaciones como piña y plátano en las franjas occidental y norte del resguardo (Mongabay, 2020; USAID, 2021), las más afectadas por la penetración de procesos de colonización desde las carreteras San José – Calamar y San José – Charras y desde el río Guaviare y sus afluentes. El resguardo Nükak tiene cerca de 1000 hectáreas sembradas de cultivos ilícitos, la mayor área para un resguardo en la Amazonia (La Silla Vacía, 2023). Los cultivos, lícitos e ilícitos, no solo propician la deforestación, sino que requieren la expansión de la red de trochas que segmenta más el resguardo y las dinámicas espaciales de los Nükak. Tanto como las actividades agrícolas, la ganadería extensiva es causa de deforestación y praderización en la región (USAID, 2021), además de fomentar dinámicas de especulación con los precios de la tierra. Todas estas actividades presionan el avance de la deforestación y la creación de caminos a nuevas áreas. Hay registros de 20 vías con sus respectivas ramificaciones al interior del resguardo (Mongabay, 2020). Dos de ellas, de 62 y 38 kilómetros, son las que más preocupan porque a lado y lado se ve actividad económica y afectaciones ambientales (FCDS, 2020).
Las discrepancias entre población colona campesina e indígenas se complejizan porque en 1997, a la par que amplió el área del resguardo Nükak, el INCORA creó la Zona de Reserva Campesina del Guaviare, que entra en traslape con los límites occidentales del resguardo (La Silla Vacía, 2020; Comisión de la Verdad y Forensic Architecture, 2021). Por ello ambos actores civiles reclaman derechos territoriales sobre áreas disputadas, aunque la deforestación y el avance de cultivos y trochas, asociados a actores armados ilegales o a terceros inversionistas, excede los límites de la zona de reserva (Rutas del Conflicto, 2022). En 2021 la Comisión de la Verdad acompañó un proceso de acercamiento y generación de confianza entre campesinos e indígenas que resultó en un Acuerdo de Voluntades para lograr una convivencia pacífica en la región (Comisión de la Verdad, 2021). Sin embargo, aún representa un reto para la institucionalidad el tratamiento de estas dos poblaciones en un mismo territorio, lo cual revive tensiones entre actores. Por ejemplo, el PNIS suspendió proyectos con campesinos cultivadores de coca porque estaban en área del resguardo y allí no podía operar el programa sin autorización de los indígenas; mientras que para los Nükaks inscritos al programa (principalmente como recolectores) ha tardado la aplicación de los proyectos de sustitución por falta de un enfoque diferencial (Rubiano-Lizarazo et. al., 2022). Por otro lado, la demanda instaurada por la URT en 2023 para lograr la restauración de los derechos territoriales de los Nükak implicaría el desalojo de familias colonas campesinas que han establecido minifundios y economías de subsistencia dentro del resguardo. Las asociaciones campesinas argumentan que llevan allí generaciones, les han hecho mejoras a los predios y dependen de su trabajo para sobrevivir (El Espectador, 2023b).
Ubicación
Departamento: Guaviare
Municipios: San José de Guaviare
Otros Municipios: El Retorno
Otros datos Ubicación: Resguardo indígena Nükak.
Causas
Hay distintas causas de ocupación del resguardo Nükak, las cuales tienen distintos orígenes, por un lado, hay ocupación de comunidades campesinas, asociadas en gran parte a cultivos de uso ilícito y en menor escala la práctica de ganadería. Una parte de estas ocupaciones por parte de campesinos están relacionadas con los problemas de traslape del resguardo con algunas de las veredas de colonos que se encuentran en el borde de las zonas del resguardo y la zona de reserva campesina del Guaviare. Lo cual ha generado situaciones de tensión entre los Nükak y los campesinos que habitan la región.
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Más recientemente, pero con mayores impactos en el resguardo, se ha venido presentando ocupación de las tierras con la llegada de grandes deforestadores que buscan ocupar y acaparar tierras para luego destinarlas a la ganadería y a los cultivos de coca para uso ilícito, principalmente. Dentro de los supuestos que tienen algunas autoridades y varios medios de comunicación al respecto, es que consideran que lo que está causando este fenómeno, es que hay presencia de actores como el Cártel de Sinaloa de México, quienes a través de testaferros buscan lavar dinero. Sumado a lo anterior, la presencia de los integrantes del Clan del Golfo y de las disidencias de las FARC, coinciden en ese mismo territorio y pueden ser parte de los interesados en adelantar las quemas.
Además de esto, la FCDS tiene mapeadas 20 vías con sus respectivas ramificaciones al interior del resguardo (Pardo, 2020). Dos de ellas, de 62 y 38 kilómetros, son las que más preocupan porque han tumbado selva de lado a lado, y ya se ven pequeñas fincas a lo largo del trayecto, generando ocupación del resguardo para distintas actividades como praderización, acaparamiento, desarrollo de ganadería, cultivos de coca para uso ilícito entre otras. Todo lo anterior, va en detrimento de las condiciones ambientales, sociales, culturales y económicas del resguardo Nükak.
Estas dinámicas se han visto incentivadas por la falta de presencia de instituciones estatales en las regiones que quedaron sin control territorial luego de la firma del Acuerdo de Paz, lo que ha permitido la intromisión de grandes ocupantes y acaparadores de tierra.
Actores
Comunidades Comunidades | Organizaciones Sociales | Instituciones Estatales | Sector Privado | Autoridad Ambiental | Actores Armados | Otros |
---|---|---|---|---|---|---|
Pueblo indígena nükak. | Juntas de acción comunal y organizaciones campesinas. | Ministerio del Interior; Ministerio de Defensa; Minambiente; Gobernación; Alcaldías San José y El Retorno; Fuerza Pública; Unidad de Restitución de Tierras -URT; Unidad para las víctimas. | Fedegán y Fedepalma. | CDA | Paramilitares | Autoridades Consejo comunitario Mauro Muno. Disidencias de las FARC |
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos Sociales |
---|---|
Impactos Ambientales Primarios Deforestación Impactos Ambientales Secundarios Cambio en el uso del suelo Otros Impactos Ambientales Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) | Impactos Sociales, Culturales y Económicos Primarios Apropiación privada de áreas Impactos Sociales, Culturales y Económicos Secundarios Desplazamiento Otros Impactos Sociales, Culturales y Económicos Pérdida de medios de subsistencia |
Momentos Clave
El pueblo Indígena Nükak es reconocido oficialmente por el Estado Colombiano, debido a su aparición pública, como uno de los pueblos indígenas del país. Esto no desconoce que antes de esta fecha los Nükak tenían relaciones con la población colona y los misioneros de New Tribes Mission.
Se crea la reserva Natural Nükak con una extensión de 866.535,05 hectáreas, la cual hace parte del Sistema de Parques Nacionales de Colombia como un área protegida. Resolución Ejecutiva No. 122 del 21 de septiembre, por el Acuerdo 0047 del entonces INDERENAl.
El resguardo indígena Nükak se creó bajo la Resolución No. 136 de 1993 del INCORA, e inicialmente era de 632.000 hectáreas.
Con la Resolución No. 00056 de 1997, también del INCORA, el territorio del resguardo fue ampliado hasta alcanzar 954.480 hectáreas.
En el año 2002 se dan enfrentamientos entre paramilitares Grupo de Autodefensas AUC y las extintas FARC que generan el desplazamiento de algunos indígenas Nükak del resguardo indígena.
Enfrentamientos entre paramilitares, Ejército Nacional y las extintas FARC en Charrasqueras, generando éxodo.
Mediante la sentencia T-025 de 2004 la corte constitucional declara el estado de cosas inconstitucional y establece las medidas de protección de derechos fundamentales de las poblaciones víctimas de desplazamiento forzado en el marco del conflicto interno armado.
Auto Nº 004 de 2009. Referencia: Protección de los derechos fundamentales de las personas y los pueblos indígenas desplazados por el conflicto armado o en riesgo de desplazamiento forzado, en el marco de la superación del estado de cosas inconstitucional declarado en la sentencia T-025 de 2004, después de la sesión pública de información técnica realizada el 21 de septiembre de 2007 ante la Sala Segunda de Revisión.
Auto N° 173 de 2012. Referencia: Adopción de medidas cautelares urgentes para la protección de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas Jiw o Guayabero y Nükak de los departamentos de Meta y Guaviare, en el marco del estado de cosas inconstitucional declarado en la sentencia T-025 de 2004 y de las órdenes emitidas en el auto 004 de 2009.
Inició un proceso de acaparamiento de tierras, como resultado del vacío institucional estatal, creado luego de la firma del Acuerdo de Paz.
El Juzgado 1 Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras, de Villavicencio (Meta), decretó en el 2018 una medida cautelar, por “causa grave y urgente”, a favor de los indígenas Nükak. En esas 52 páginas no solo se detallan una serie de atropellos contra la comunidad, sino que se le ordena a la Fiscalía General iniciar acciones penales, relativas a delitos ambientales asociados con “la deforestación indiscriminada, la contaminación con residuos sólidos, la pesca y cacería ilegal, y la invasión de áreas de especial importancia ecológica”.
La CDA señala que ha adelantado para el año 2017-2019, 11 procesos sancionatorios relacionados con la tala y quema, que están entre 30 y 385 hectáreas, al interior del resguardo Nükak. En donde también la CDA indica que por situaciones de orden público no se ha adelantado ningún monitoreo en campo.
La Fiscalía señala que entre 2018 y 2020 se han realizado 43 operativos sobre deforestación en la Amazonia colombiana que han dejado 20 personas judicializadas en 2018, 122 en 2019 y 58 en lo que va de 2020. y que varios de estos procesos se encuentran en proceso de indagación
En mayo de 2019, el presidente Iván Duque Márquez, lanzó la operación ‘Artemisa’, que se basa en una estrategia, que fue designada al Ejército Nacional, para recuperar y proteger los parques y zonas naturales de la deforestación y de la presencia de grupos armados ilegales.
En el 2021. En las veredas Agua Bonita Baja, Agua Bonita Media y Villa Linda en los municipios de Miraflores, El Retorno y Calamar del departamento de Guaviare, se llevó a cabo la décima fase de la Campaña Artemisa para controlar los núcleos activos de deforestación.
Desde la Unidad de Restitución de Tierras (URT) se establecen compromisos para impulsar con el cumplimiento de las medidas cautelares establecidas para la protección del pueblo Nükak. Retorno y Calamar del departamento de Guaviare, se llevó a cabo la décima fase de la Campaña Artemisa para controlar los núcleos activos de deforestación.
Se han estado enviando nuevos técnicos que han vuelto a visitar a los campesinos que estan al interior del resguardo y la reserva Nukak para revisar posibilidades de replantear proyectos productivos. No obsrante con este cambió los operadores prácticamente todo empezó de cero y los resultados que se han encontrado que muchos casos buena parte de los predios se traslapan con parques, reservas naturales y resguardos indígenas donde está prohibida la inversión estatal.
- Mediante Auto Interlocutorio AIR -23-154 del 1° de junio de 2023, el Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Villavicencio, admitió la demanda a favor del pueblo Nükak, en contacto inicial, lo cual permite avanzar hacia el restablecimiento de los derechos territoriales de este pueblo ancestral, asentado en los municipios de San José de Guaviare y El Retorno en el departamento de Guaviare.
- Corte Constitucional convoca audiencia pública por desplazamiento forzado de los pueblos Jiw y Nükak de Guaviare.
- MinAgricultura y MinAmbiente se unen por la conservación del Amazonas y firman acuerdo en donde uno de los puntos del acuerdo es, “”…Cumplir medidas cautelares de la demanda de restitución del pueblo Nukak y resguardo Llanos del Yarí Yaguará II…””
- La Unidad para las Víctimas señala que hay una prioridad para avanzar en la ruta de reparación y transitar hacia las soluciones duraderas para garantizar los derechos de los pueblos indígenas Nukak, Jiw, Tukano y Sikuani.
Descargables
¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2022). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Conflictos por ocupación del territorio en el Resguardo Indígena Nükak [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/otras-actividades/#conflicto-por-ocupacion-del-territorio-nukak
Conflicto en acaparamiento y uso de la tierra en Mapiripán, Meta
Descripción
El municipio de Mapiripán es el resultado de procesos de colonización a comienzos del siglo XX, atraídos por la explotación del caucho hacia 1950 y 1960 objeto de migración extranjera (IGAC, 2022). El área municipal es de 11.938 km² y limita al Norte con San Martín y Puerto Gaitán (Meta), al Este con Cumaribo (Vichada), al Sur con Puerto Concordia (Meta) y San José del Guaviare (Guaviare) y al Oeste con Puerto Lleras (Meta) (IGAC, 2022). Mapiripán, ha sido descrito como un municipio al sur del Meta, perdido en los límites con el Guaviare, donde los Llanos se encuentran con la tupida selva de la Amazonía. En Mapiripán a lo largo de su historia se han dado distintas situaciones de conflicto que han terminado afectando en muchos momentos gravemente a su población.
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Dentro de las tensiones sociales que han perdurado en el tiempo en este conflicto socioambiental, se destaca lo señalado por la comisión intereclesial de justicia y paz (2021) quienes indican que la empresa Poligrow con el respaldo de instituciones estatales prohíbe a las comunidades indígenas Sikuani y Jiw el acceso a sus zonas sagradas, al igual que al ejercicio tradicional de la caza y la pesca. Estas comunidades, señala la comisión, que están siendo vulneradas por la producción palmera puesto que esta actividad les ha ocasionado escasez y contaminación de agua entre otras afectaciones para su subsistencia. Adicionalmente, en el marco de este conflicto desde la CIJP (2018), se señala que algunos indígenas han sido asesinados en la zona, con signos de tortura, como fue el caso de una líder comunitaria, que trabajaba en el esclarecimiento de la propiedad de tierras. En los testimonios que ha recogido la CIJP (2021), se encuentra el sentir de esta comunidad que manifiesta “Queremos volver al territorio, reconectar con nuestros espíritus y mayores, necesitamos nuestro territorio libre de palma y así poder volver a ser Sikuani”. Afirmación referente a las exigencias que la comunidad Sikuani le hacen a las instituciones del Estado para la restitución del territorio y en exigencia a que se garantice su derecho fundamental a la consulta previa sobre la continuidad o no del proyecto palmero.
En Mapiripán, durante la década de los 80’s se dio la titulación de predios baldíos a terratenientes ganaderos de otras zonas del país, de acuerdo a lo que se señala en la publicación de Tierras en Disputa (2012), especialmente de la región de Antioquia, quienes compraron predios a campesinos a bajos precios. Como parte de lo que señala la CIJP (2016, 2018 y 2021) sobre este caso, se encuentra que posteriormente a la titulación de baldíos, a la zona han llegado grupos armados ilegales paramilitares, que han intimidado a personas de las comunidades indígenas, desplazándolas de las tierras adjudicadas por la Agencia Nacional de Tierras (ANT).
Igualmente, varias publicaciones identifican que uno de los principales actores involucrados en este conflicto socioambiental de la última década, ha sido la empresa palmera Poligrow, la cual llegó al territorio, atraída por la posibilidad de hacer inversiones para adelantar su actividad productiva relacionada con el cultivo de palma africana, tambien conocida como palma de aceite. No obstante, en el marco del desarrollo de sus actividades productivas se han venido generando una serie de situaciones que han desencadenado distintas tensiones sociales, en donde se ha señalado en distintos momentos y por distintas entidades tanto estatales como de la sociedad civil, que la empresa ha acumulado ilegalmente UAFs (Unidad Agrícola Familiar), creando las haciendas Macondo I, II y III, no cumpliendo de acuerdo a lo que señala en distintos medios de comunicación con la ley sobre tenencia y adjudicación de las UAF, de acuerdo a lo señalado en la Ley 160 de 1994
En el 2017, sale informe de la Contraloría, donde se señala que la empresa palmera, presuntamente, obtuvo más de 5.000 hectáreas de origen baldío de manera anómala por lo que se hace traslado a la Fiscalía y a la Procuraduría para determinar si existen responsabilidades penales y/o disciplinarias. En contraste, la organización Tierra en Disputa, señala que durante el 2016 y 2017 hubo un proceso judicial por enriquecimiento ilícito y fraude procesal por adquirir varios predios en el territorio, en contra del representante de la empresa Poligrow, esta organización indica que en agosto de 2017, un juez determinó la inocencia del representante legal de la empresa, tras no hallar pruebas ni testimonios contundentes (Tierra en Disputa, 2023). Posterior a esto en el 2020, el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WMR) señaló en uno de sus artículos que la empresa palmícola Poligrow en Colombia, planea acaparar más tierras bajo el esquema de “pequeños productores” (WMR, 2020).
Adicional a esto, desde la CIJP (2016, 2018 y 2021) junto con otras fuentes, se señala que dentro de las malas prácticas ambientales que tiene la empresa esta el uso del agua de lagunas naturales, morichales y humedales, contaminándolos y afectando la biodiversidad que depende de estas fuentes como el caño Yamu. Igualmente, señalan que, en las solicitudes de agua, realizadas por la empresa a Cormacarena son para el uso exclusivo de agua concesionada para riego, pero la usan también en el campamento de empleados y la extractora. Así mismo, se indica que aunque la empresa tiene prohibido depositar el fruto directamente en el suelo por los lixiviados y contaminación que produce, se sigue haciendo de este modo. Junto con estas situaciones, se le suma que se señala que la empresa también construyó una presa sobre una laguna para aumentarle el tamaño, modificando sus ciclos naturales, además a esto se ha acusado a la empresa por crear deforestación.
El representante de la empresa Poligrow afirma que en Mapiripán hay 400.000 hectáreas que hacen parte de la frontera agrícola, y que potencialmente para ser cultivadas hay 10.000 hectáreas, de las cuales 6.000 están con palma de aceite. Por lo anterior para el representante la idea no es pensar si hay monocultivos y cómo acabarlos, si no más bien se debe pensar que Colombia puede alimentar al mundo superando el “mito” de que la palma de aceite no deja espacio para nada más (La republica, 2022). Dentro de las afirmacines que han hecho directivos de Poligrow en relación con su producción en el Mapiripan es “…Nuestro compromiso es incluir más a las comunidades y, por ejemplo, a víctimas del conflicto. La idea es que las personas sean operadores de sus propios servicios, con asistencia técnica a largo plazo. También, la garantía de la compra del fruto a valores del mercado…”(La republica, 2023).
Igualmente medios como La Metro Noticias (2019), indican que hay personas de la población de Mapiripán cuya posición es: “Mapiripán ha surgido de la oscuridad a la luz, es una zona que a pesar de las adversidades y de todos los problemas de violencia que se vivieron hace varios años, ha tratado de salir adelante gracias a la intervención de empresas privadas como Poligrow”.
Por otra parte en contraste con estas acciones y declaraciones, la corte constitucional le ordenó al Ministerio de Ambiente dar respuesta a una petición que busca solucionar los problemas ambientales y territoriales de un resguardo indígena de la comunidad Sikuani de Mapiripán, además, le pidió al Ministerio de Ambiente coordinar una mesa de trabajo con entidades del orden nacional, departamental y municipal, para abordar la problemática ambiental y verificar el estado y condiciones de vida del pueblo indígena (Gómez, 2023).
Sumado a esto, La UnidadDeRestitución de Tierras, URT, resolvió un recurso de reposición contra un acto administrativo de no inscripción de un predio localizado en el municipio de Mapiripán, Meta en el Registro de Tierras Despojadas y Abandonadas Forzosamente -RTDAF presentado por la ComisióndeJusticiayPaz, de un campesino de Mapiripán, despojado de su predio y en donde actualmente la empresa palmera Poligrow desarrolla proyectos agroindustriales. En donde la URT decidió inscribir el predio en el RTDAF y así, continuar con la fase judicial.
Ubicación
Departamento: Meta
Municipios: Mapiripán
Otros datos Ubicación: Caserío el Rincón del Indio, Predio Las Zaragozas, Laguna Sagrada de las Toninas, Caño Ovejas, Haciendas Macondo I, II Y III, Toninas y Barandales.
Causas
En Mapiripán durante la década de los 80’s se dio la titulación de predios baldíos a terratenientes ganaderos de otras zonas del país, de acuerdo a lo que se señala en la publicación de Tierras en Disputa (2012), especialmente de la región de Antioquia, quienes compraron predios a campesinos a bajos precios. Como parte de lo que señala la CIJP (2016, 2018 y 2021) sobre este caso, se encuentra que posteriormente a la titulación de baldíos, a la zona han llegado grupos armados ilegales paramilitares, que han intimidado a personas de las comunidades indígenas, desplazándolas de las tierras adjudicadas por la Agencia Nacional de Tierras (ANT).
+ Info
Igualmente, varias publicaciones identifican que uno de los principales actores involucrados en este conflicto socioambiental de la última década, ha sido la empresa palmera Poligrow, la cual llegó al territorio, atraída por la posibilidad de hacer inversiones para adelantar su actividad productiva relacionada con el cultivo de palma africana tambien conocida como palma de aceite. No obstante, en el marco del desarrollo de sus actividades productivas se han venido generando una serie de situaciones que han desencadenado distintas tensiones sociales, en donde se ha señalado en distintos momentos y por distintas entidades tanto estatales como de la sociedad civil, que la empresa ha acumulado ilegalmente UAFs (Unidad Agrícola Familiar), creando las haciendas Macondo I, II y III, no cumpliendo de acuerdo a lo que señala en distintos medios de comunicación con la ley sobre tenencia y adjudicación de las UAF, de acuerdo a lo señalado en la Ley 160 de 1994.
En fuentes como el informe de Indepaz (2015) hay señalamientos que incluso desde la Alcaldía de Mapiripán se ha favorecido la compraventa ilegal de tierras, con lo cual ha visto favorecida la empresa. Esta situación contrasta con las solicitudes de restitución de tierras, siendo Mapiripán uno de los municipios que aún en 2020, no ha visto retornar a la población víctima de desplazamiento forzado, por falta de garantías de seguridad reportada por la Fuerza Pública.
Igualmente, Indepaz (2015) indicó que INCODER demandó a Poligrow por la acumulación de UAFs, que originalmente eran baldíos. A esto se le suma que la producción de la palma en predios como Barandales, Las Toninas y Macondo I, II y III, es contrastante debido a que se señala que en esta zona sólo se permite su uso con fines de conservación, restauración y reserva forestal. Sin embargo, allí se ha estado llevando a cabo la explotación agroindustrial de cultivo y procesamiento de aceite de palma.
Por otra parte, la empresa Poligrow realizó una consulta sobre la existencia de comunidades indígenas en traslape con las tierras que pretendía adquirir y explotar en donde la Certificación número 1318 de 2012 de Ministerio de Interior, en donde se indica por parte de esta cartera la no presencia de comunidades indígenas, no obstante esto contrasta con lo señalado por algunos medios como contagio radio (2018), en donde señalan que el Juzgado de restitución de tierras de Villavicencio indicó que estás son tierras ancestrates de los Sikuani. De otro lado, la CIJP (2016, 2018 y 2021) ha venido señalando que la empresa también ha estado limitando el ejercicio de las actividades tradicionales indígenas en la zona, lo que además de afectar su libertad y libre desarrollo, ha estado afectando su seguridad alimentaria. Muchas de las tierras ancestrales de los Sikuani y los Jiw en el municipio de Mapiripán están ocupadas por las plantaciones industriales de palma africana de la empresa multinacional Poligrow (PBI Colombia, 2017).
Igualmente, la producción palmera realizada por la empresa ha realizado un aprovechamiento de agua de lagunas y caños naturales, para su explotación, generando contaminación de fuentes hídricas con residuos, creando a su vez escasez de agua para las comunidades de acuerdo a lo se señala en medios como la verdad abierta (2015).
Actores
Comunidades Indígenas | Actores Sociales | Instituciones Estatales | Autoridad Ambiental | Sector Privado | Actores Armados | Otros |
---|---|---|---|---|---|---|
Indígenas Jiw; Cabildo Caño Ovejas; Indígenas Sikuani | Juntas de acción comunal | Contraloría General; Fiscalía General; Superintendencia Delegada para la Protección, Restitución y Formación de Tierras; INCODER (actual Agencia Nacional de Tierras - ANT) Alcaldía de Mapiripán; Agencia Nacional de Tierras; Minambiente, Corte constitucional; Unidad de Restitución de Tierras-URT; Unidad para las víctimas | CORMACARENA | Poligrow, Fedepalma | Paramilitares | Comisión Intereclesial de Justicia y Paz |
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos Sociales |
---|---|
Impacto ambiental principal Cambio en el uso del suelo Impacto ambiental secundario Contaminación/afectación a fuentes hídricas Otros impactos ambientales Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) | Impacto social, cultural y económico principal Apropiación privada de áreas Impacto social, cultural y económico secundario Desplazamiento Otros impactos sociales, culturales y económicos División y enfrentamiento entre miembros de la misma comunidad |
Momentos Clave
Se crea en Mapiripán, el Comité Municipal de Protección a la Población Desplazada, entre cuyas funciones están la de monitorear la compraventa de tierras para contrarrestar la adquisición de baldíos.
El Comité emitió órdenes de protección a la tierra del municipio.
El resguardo indígena Nükak se creó bajo la Resolución No. 136 de 1993 del INCORA, e inicialmente era de 632.000 hectáreas.
Inicio de operaciones la empresa palmera Poligrow en Mapiripán.
Poligrow registra la compra de los predios por escritura pública. Queda reflejado el incremento del 12,401% y del 7,063% del valor de los predios adquiridos en 10 años frente al valor previo de adquisición por particulares.
La Alcaldía firmó el levantamiento de las medidas de protección que se habían impuesto lo cual fue aprovechado Poligrow y otras empresas palmeras
Poligrow solicita la creación de una Zona Franca Permanente Especial en áreas sagradas de las comunidades indígenas, con el aval del certificado del Ministerio del Interior en el que negó la existencia de éstas poblaciones en esos territorios.
- La Contraloría General expone en su informe sobre acumulación irregular de baldíos, el caso de Poligrow, en el que muestra el incremento del valor de la tierra, la violación de la acumulación de UAF, las escrituras públicas de adquisición.
- La alcaldesa que hizo el levantamiento en 2010, fue acusada y condenada por estos hechos.
Poligrow usó aguas sin la respectiva concesión, pues la concesión finalizó en 2008 y pese a solicitar prórroga, sólo a partir del 2015 dicha concesión fue negada (Resolución No PS-GJ.1.2.6.15.1117)
Poligrow construye su planta extractora de aceite.
La Contraloría señaló que se debería restituir la titularidad de al menos 1648 tierras.
Poligrow desacata concesión de aguas de Cormacarena al emplear las aguas superficiales autorizadas, para uso en el campamento de empleados y la extractora.
- Se resuelve recurso de reposición y se le autoriza el uso de agua superficial para riego por 5 años
- Cormacarena sancionó a la empresa Poligrow por contaminación de fuentes hídricas (resolución No PS-GJ 1.2.6.017-186 de marzo de 2017) y se le condicionó el uso de agua superficial sólo en época de lluvias y sólo para el riego. La sanción igualmente era por haber construido un dique sin permiso, el uso del caño Macondo para uso industrial y verter lixiviados del compostaje.
- Apenas en esta fecha la empresa solicita permiso de emisiones atmosféricas provenientes del procesamiento del fruto. Según estudios independientes, las emisiones superan los niveles permisibles de material particulado.
- El director de Poligrow y representante legal de Ita Aceites enfrenta un juicio ante la Fiscalía por estar acusado de los delitos de concierto para delinquir, estafa agravada, fraude procesal y falsedad en documento público y privado del cual un juzgado señaló que los las pruebas y testimonios aportadas por la Fiscalía no eran contundentes para hallar como culpable al director de la multinacional.
La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz denuncia la violación a los derechos ambientales de las comunidades indígenas por parte de Poligrow, particularmente el mal manejo de residuos y la contaminación de morichales y humedales.
Poligrow menciona interés de vinculación con pequeños productores campesinos, con el apoyo de la FAO y la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo
2020: El Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM) señala que la palmícola Poligrow planea acaparar más tierras bajo el esquema de “pequeños productores”.
Expediente T-9.248.043 a los derechos ambientales de las comunidades indígenas por parte de Poligrow, particularmente el mal manejo de residuos y la contaminación de morichales y humedales.
- URT resuelve recurso de reposición en favor de reclamante de tierras en Mapiripán Meta.
- El gobernador del Resguardo Caño Ovejas del pueblo indígena Sikuani de Mapiripán (Meta), presenta una Acción de tutela contra el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, solicitando respuestas a solicitud que se había hecho en el 2022 respecto a temas de impactos ambientales y procedimientod adelantados por parte de la empresa Poligrow.
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¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2022). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Conflicto en acaparamiento y uso de la tierra en Mapiripán, Meta [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/otras-actividades/#conflicto-en-acaparamiento-y-uso-de-la-tierra-en-mapiripan-meta
Ocupación y usos indebidos de la tierra en el resguardo indígena Yaguara II
Descripción
El resguardo indígena Yaguara II, fue constituido el 22 de febrero de 1995 sobre 146.500 hectáreas de terreno baldío ubicadas entre los municipios de San Vicente del Caguán (Caquetá), La Macarena (Meta) y Calamar (Guaviare). Se creó para beneficiar a 38 familias integradas por 169 personas de los pueblos Pijao, Tucano y Piratapuyo, de acuerdo con el entonces Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora), en lo que es quizás el único caso de colonización indígena dirigida por parte del Estado colombiano (Tierra de Resistentes, 2020). La ocupación y desplazamiento de los grupos indígenas del resguardo Yaguara II empezó especialmente porque se encontraban en un corredor de narcotráfico, con lo cual distintos actores armados ilegales buscaban tener control territorial en la zona, situación que se ha repetido en distintos momentos (González, 2012; García, 2017). En la actualidad, las disidencias de las FARC han implementado cultivos de coca para uso ilícito, pese a la prohibición impuesta por los indígenas habitantes del resguardo (Mongabay, 2021). A pesar que los indígenas en distintos momentos han tratado de mantener el control territorial al interior del resguardo con sus distintos esquemas de gobernanza, la falta de un acompañamiento de entidades del estado de una manera más efectiva, no ha permitido que se tenga este control del territorio.
+ Info
En el resguardo indígena multiétnico Yaguará II, inicialmente conformado por los indígenas de las etnias Tucano, Pijao y Piratapuyos, se han venido presentando distintas situaciones que han generado conflictos socioambientales a lo largo de su conformación. Como parte de las situaciones que se han presentado, han estado los enfrentamientos entre las extintas FARC y las fuerzas militares estatales, como parte del operativo del gobierno de turno “Destructor II” que tenía como objetivo atacar el corredor de narcotráfico que existía en la zona, al igual que era un operativo contra el comandante guerrillero “Mono Jojoy”, muerto en combates en el 2010 (García, 2017). Estas situaciones que acontecieron en ese momento en esa zona, generaron un deterioro ambiental y social, que dieron como resultado que en el 2004 se terminara generando un gran desplazamiento del resguardo de miembros de la etnia indígena Pijao por miembros de las extintas FARC (González, 2012). Luego en los lugares que dejaron los Pijao se reubicaron indígenas de la etnia Nasa, desplazados también por las extintas FARC, desde el resguardo de Altamira (González, 2012).
En algunas de las tierras que fueron despojadas a la etnia Pijao, a parte de la llegada de otra etnia indígena, como fueron los Nasa, estuvo el inició de un proceso progresivo y drástico de deforestación en las tierras, al igual que de siembra de cultivos de coca para usos ilícitos. En el 2015 hay unos conflictos interétnicos en donde los Nasa que se habían ubicado en el Yaguará II salen de este resguardo (Sánchez, 2021). Al año siguiente se viene el Acuerdo de Paz, con la salida de las extintas FARC, y la no presencia de entidades del Estado para retomar el control territorial, se comenzaron a dar procesos de acaparamiento y ocupación de tierras de manera ilegal al interior del resguardo por distintos actores, como fueron los grupos armados ilegales, quienes han vuelto a desplazar a la comunidad, bajo amenaza de reclutar a los menores, no obstante esta situación algunos pobladores permanecen en el territorio a pesar de la difícil situación de seguridad (Rutas del Conflicto, 2021). Miembros de las comunidades indígenas que fueron desplazados hace dos décadas, han intentado retornar a sus tierras para impedir que aumente la deforestación, pero no cuentan con garantías de seguridad por parte de las instituciones del Estado (Tierra de Resistentes, 2020).
Actualmente el territorio perteneciente al resguardo Yaguara II, hace parte del Registro de tierras despojadas y abandonadas forzosamente que lleva la Unidad de Restitución de Tierras (URT), lo que lo protege de posible enajenación (Tierra de Resistentes, 2020). Dentro de la importancia que se le ha reconocido al resguardo Yaguara II, aparte de ser el lugar donde habitan distintas etnias indígenas, es que constituye parte de uno de los corredores biológicos más importantes entre la Amazonia y los Andes, y la conexión entre los parques naturales Chiribiquete y La Macarena. No obstante estas situaciones, se ha señalado que hay intereses económicos para conectar el Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena con los Llanos del Yarí, donde se ubica el resguardo Yaguara II (Pérez, 2021). La conexión de estas vías se señala que permitiría el acaparamiento de tierras por medio de la llegada de nuevos colonos de otras partes del país y la explotación agrícola y ganadera en terrenos que hoy son selva espesa. Aunque hay tres importantes ríos —Tunia, Camuya y Yarí— que se interponen para tener una sola vía, pero hay versiones que dicen que es algo que puede cambiar muy pronto (Pérez, 2021).
Con Auto 0263 del 2017, el Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Ibagué (medida cautelar), se le ordenó a las autoridades ambientales regionales correspondientes, así como a Minambiente, que impartiera una estrategia integral inmediata para cesar la tala ilegal del bosque dentro de Yaguará II y judicializar a quienes trafican la madera de allí extraída, para implementar un plan de recuperación ambiental y reforestación (Tierra de Resistentes, 2020). En la nota publicada en el 2020 por Tierra de Resistentes, se señaló que Corpoamazonia indicó que para poder cumplir con la orden del Juzgado Civil de Ibagué, deben contar con acompañamiento de las Fuerzas armadas del Estado, dada la compleja situación de orden público en la zona; pero confirmaron que la situación ambiental es crítica pues se están desarrollando quemas para la implementación de ganadería extensiva. Igualmente en esta nota Cormacarena, expresó la misma necesidad de acompañamiento, para poder cumplir con las obligaciones impuestas. La CDA igual, además de alegar falta de personal suficiente y la amplitud del territorio.
Dentro de las acciones que se están priorizando por parte del gobierno para disminuir la deforestación en esta área están a) la destrucción de la vía ilegal al interior del resguardo (Presidencia, 2023) y b) el invertir dinero en la implementación de Núcleos de Desarrollo Forestal y de la Biodiversidad (Minambiente, 2023; Presidencia, 2023). Además de estás acciones desde el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural hizo un acuerdo con Minambiente, para dignificar la labor del campesinado, de los pueblos indígenas y las comunidades negras (Minagricultura, 2023). En este escenario, a través de la constitución de las Zonas de Reserva Campesina en el Amazonas, se está apuntando a reconocer su gobernanza y promover sus sistemas productivos, en donde como parte del acuerdo también se incluye el cumplir las medidas cautelares de la demanda de restitución del pueblo Nukak y resguardo Llanos del Yarí Yaguará II (Minagricultura, 2023). Todos estos compromisos y acciones se espera que contrarresten la deforestación al interior del resguardo, el cual entre el 2021 y 2022 fue uno de los más afectados por el tema de Deforestación (Villamil, 2023).
Ubicación
Departamento: Guaviare.
Municipios: Calamar.
Otros municipios: Incluye también los departamentos de Caqueta y Meta.
Municipios:
- La Macarena (Meta)
- San José del Guaviare (Guaviare)
- San Vicente del Caguán (Caqueta)
- El Retiro, El Jordán y El Morichal (La Macarena)
- Itilla (Calamar)
- Puerto Cachicamo, (San José del Guaviare)
- La Tunia (San Vicente del Caguán)
- San Vicente del Caguán (Caquetá) El Retiro, El Jordán y El Morichal (La Macarena)
- Itilla (Calamar) Puerto Cachicamo, (San José del Guaviare) La Tunia (San Vicente del Caguán)”
Otros datos de Ubicación: Resguardo indígena Yaguara II.
Causas
La ocupación y desplazamiento de los grupos indígenas del resguardo Yaguara II empezó especialmente porque se encontraban en un corredor del narcotráfico, con lo cual distintos actores armados ilegales buscaban tener control territorial en la zona, situación que se ha repetido en distintos momentos (González, 2012; García, 2017). En la actualidad, las disidencias de las FARC han implementado cultivos de coca para uso ilícito, pese a la prohibición impuesta por los indígenas habitantes del resguardo. A pesar que los indígenas en distintos momentos han tratado de mantener el control territorial al interior del resguardo con sus distintos esquemas de gobernanza, la falta de un acompañamiento de entidades del estado de una manera más afectiva, no ha permitido que se tenga este control del territorio.
+ Info
A esta situación de que se haya presentado un corredor de narcotráfico, se le suma la apertura y construcción de la infraestructura vial, Marginal de la Selva, con la cual se ha facilitado el ingreso de agentes dedicados a la deforestación y acaparamiento de tierras mediante tala y quema de grandes extensiones; en una buena parte de los casos para el establecimiento de pasturas para ganadería extensiva (Peréz, 2021). En estos escenarios de vías y deforestación, el foco de mayor impacto por deforestación, actualmente lo constituye la vía ilegal que pasa por el reguardo y atraviesa por el Parque Natural Chibiriquete que va desde Puerto Cachicamo – La Tunia, desprendiéndose de la Marginal de la Selva (Rutas del Conflicto, 2021; Peréz, 2021). Hay otras 2 vías ilegales que revisten importancia: La Tunia – Camuya y La Playa – Río Yarí. De forma complementaria a la Marginal de la Selva, se han abierto vías informales (Peréz, 2021).
De acuerdo a los análsis hechos por FCDS (2019) las imágenes satélite muestran que en la última década, en especial en los últimos tres años, la zona ha perdido 7000 hectáreas de bosque, en varios parches abiertos hechos por terceros ocupantes para el establecimiento de ganadería, cultivos de usos ilícitos y apertura de vías ilegales. Por otra parte, al cruzar la capa de la frontera Agrícola de la UPRA del portal SIPRA 2022, con la capa del resguardo indígena de Yaguara II de la Agencia Nacional de Tierras 2022 del portal “Colombia en mapas”, se observa en el costado occidental del resguardo una sobreposición entre ambas figuras. Esta sobreposición de figuras en los territorios fue identificada por los asistentes territoriales que se adelantaron en Florencia en el marco del atlas. Sumado a esto en poco más de tres meses fue construida una vía ilegal de 22,4 kilómetros al interior del Resguardo Indígena Llanos del Yarí – Yaguará II (Guaviare), según lo alertó la Sociedad Zoológica de Frankfurt, a 4 km del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete (El Espectador, 2023)
Actores
Comunidades Indígenas | Organizaciones Sociales | Instituciones Estatales | Sector Privado | Autoridad Ambiental | Actores Armados |
---|---|---|---|---|---|
Resguardo indígena Llanos del Yarí Yaguará II (Pijao, Tukano y Piratapuya) y Nasa. | Juntas de acción comunal | Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; Ministerio de Defensa; Fuerzas Militares; Agencia Nacional de Tierras (ANT); Ministerio de Interior, Fiscalía General; Corporación para desarrollo sostenible norte oriente amazónico - CDA; Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia - Corpoamazonia; Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena-Cormacarena; Unidad para las víctimas; Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos DCSI de la Agencia de Renovación del Territorio (ART). | Fedegán | CORPOAMAZONIA y CDA | Disidencias de las FARC. Otros grupos armados ilegales. |
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos Sociales, Culturales y Económicos |
---|---|
Impacto ambiental principal Deforestación Impacto ambiental secundario Cambio en el uso del suelo Otros impactos ambientales Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) | Impacto social, cultural y económico principal Desplazamiento
Impacto social, cultural y económico secundario Despojo de tierras Otros impactos sociales, culturales y económicos Amenazas |
Momentos Clave
El Incora legaliza el resguardo Yaguara II como un resguardo interétnico donde en eso momento habitaban indígenas de la etnías Pijao, Tucano y Piratapuyo.
Se lleva a cabo la operación del gobierno colombiano denominada “Destructor II”, para atacar el corredor de narcotráfico que se estaba consolidando en los llanos del Yari, un operativo también dirigido contra el “Mono Jojoy”.
El 93% de la comunidad indígena Pijao que habitaba en Yaguara II sufrió desplazamiento forzado por parte de la guerrilla de las extintas FARC, en menos de 3 días producto que la comunidad estaba en contra de tener gente armada en su territorio.
Del resguardo de Altamira varias familias de los Nasa salen desplazados, después del asesinato de dos comuneros por parte de las extintas FARC. La misma guerrilla de las extintas FARC que había victimizado y desplazado a los Nasa del resguardo Altamira, organizó su relocalización, los recogieron, les prestaron plata y se instalaron en el resguardo indígena Yaguara II del Yari, en donde con el tiempo establecieron algunas relaciones con familias de las etnias indígenas Tucanos y Piratapuyos.
Salida de los Nasa del Resguardo Yaguara II por los conflictos interétnicos, lo que impulsa la búsqueda por parte de esta comunidad de un territorio baldío en una franja de tierra, de 9 kilómetros de ancho, ubicada entre el resguardo Yaguara II y la frontera con el Parque Nacional Natural Chiribiquete, lo que hoy es el cabildo la Esperanza.
Se incrementó la deforestación durante las negociaciones de paz con las extintas FARC, según la Corporación Ambiental CDA, pues la guerrilla prohibía la tala, y los campesinos y nuevos colonos aprovecharon la situación para ampliar sus predios.
El 26 de septiembre, el Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras, en Ibagué, dictó medidas cautelares a favor de la comunidad del Resguardo, como víctimas colectivas del conflicto armado.
En un informe del IDEAM sobre deforestación en el país, se reportó como el caso mas crítico la destrucción de 2.348 ha de bosque en sólo 1 año al interior del resguardo Yaguará II. La cifra más alta registrada en dos décadas en el país.
- En un monitoreo realizado por Fundación para la Conservación y el Desarrollo. Sostenible (FCDS), se detectaron dos pistas aéreas una de ellas ilegal, y que la comunidad ha solicitado que sea inhabilitada.
- El Ideam publicó un informe sobre los principales núcleos de deforestación, identificando como el Núcleo 2: Marginal de la Selva.
- Los pobladores del Resguardo regresaron al territorio, pero tuvieron que retirarse nuevamente ante las dificultades de orden público, justo antes de que empiece la temporada seca, época en la que suele realizarse la tala.
- Las disidencias se habían presentaron ante los indígenas de Yaguará ll a inicios del 2021, argumentando que eran la autoridad en la zona, presentándose un nuevo desplazamiento de al menos 53 personas.
- Desde el 2019 se deforestaron 5.150 ha.
- La Alcaldía de San Vicente del Caguán no aceptó recibir la denuncia colectiva por desplazamiento que querían interponer los indígenas y les solicitó hacerlo individualmente. La comunidad señala que no ha recibido ayuda requerida.
- MinAgricultura y MinAmbiente se unen por la conservación del Amazonas y firman acuerdo en donde uno de los puntos del acuerdo es, “…Cumplir medidas cautelares de la demanda de restitución del pueblo Nukak y resguardo Llanos del Yarí Yaguará II…”.
- En poco más de tres meses fue construida una vía ilegal de 22,4 kilómetros al interior del Resguardo Indígena Llanos del Yarí – Yaguará II (Guaviare), según lo alertó la Sociedad Zoológica de Frankfurt, a 4 km del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete.
- La Procuraduría General de la Nación pidió al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la inhabilitación y prohibición de ingreso y tránsito por la vía construida ilegítimamente en el resguardo indígena Llanos del Yarí -Yaguará II y dentro del área de reserva forestal de la Amazonía.
- Se empieza a adelantar la estrategia de Los núcleos de Desarrollo Forestal y de la Biodiversidad.
- Se anuncia desde el gobierno nacional que se va intervenir la vía ilegal que pasa por el resguardo, y se anuncia que se va a invertir dinero en la implementación de Núcleos de Desarrollo Forestal y de la Biodiversidad en las zonas más afectadas por la deforestación en el Arco Amazónico, de las cuales hace parte del resguardo de Yaguara II.
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¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2022). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Ocupación y usos indebidos de la tierra en el resguardo indígena Yaguara II [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/otras-actividades/#ocupacion-y-usos-indebidos-de-la-tierra-en-yaguara-dos
Parque Nacional Natural Chiribiquete poblamiento y superposición de territorialidades en sus ampliaciones
Descripción
El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete fue reservado, alinderado y declarado mediante Acuerdo No. 0045 del 21 de septiembre de 1989, de la Junta Directiva del Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente -INDERENA-, con un área aproximada de 1’298.955 Ha, en los departamentos del Guaviare y Caquetá, y aprobado mediante Resolución Ejecutiva No. 120 del 21 de septiembre de 1989, expedida por el Ministerio de Agricultura (PNNC, 2022). En el año 2013, mediante Resolución No. 1038 del 21 de agosto de 2013, expedida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se amplió hacia los municipios de Cartagena del Chairá, San Vicente del Caguán y Solano en Caquetá, y Calamar en el Guaviare, en una extensión aproximada de 1’483.399 Ha, para un total aproximado de 2’782.354 Ha. Recientemente, se efectuó una nueva ampliación en los municipio de San José del Guaviare, Miraflores y Calamar en el Guaviare; y en San Vicente del Caguán y Solano en el departamento del Caquetá, acto formalizado mediante la resolución 1256 del 10 de julio de 2018, del Ministerio de ambiente y desarrollo sostenible-MADS (PNNC, 2022).
+ Info
Como parte de los problemas que ha tenido el área natural protegida de Chiribiquete desde su creación, ha sido la falta de presencia estatal en la zona donde se conformó el área natural protegida, la falta de asignación presupuestal y el desconocimiento de la zona por parte de la institucionalidad dado su difícil acceso (Castellanos y Rojas, 2018). Todos estos elementos en conjunto, sumado a que es el parque nacional más grande del país, con más de cuatro millones de hectáreas después de las ampliaciones, han facilitado la intensificación de los motores de transformación en la zona, los cuales se han visto agudizados por la falta de control efectivo del territorio por parte de la fuerza pública y de las autoridades ambientales que están a cargo del área. A esto se le debe sumar las nuevas situaciones de presiones que se han generado por las ampliaciones que se le han hecho a esta área protegida, que en algunos casos ha generado nuevas presiones o ha intensificado las ya existentes. Además, posterior al Acuerdo de Paz firmado en el 2016, se empezó a dar un riesgo permanente del control territorial por distintos grupos armados al margen de la ley, producto de la salida de las extintas FARC de la zona (Semana Sostenible, 2018).
Sumado a la presencia de grupos armados al margen de la ley, hay otros actores ilegales que han estado aprovechando la falta de control territorial estatal posterior del Acuerdo de Paz, control que era ejercido por las extintas FARC antes de este Acuerdo (Semana Sostenible, 2018). Igualmente, la ausencia o poca presencia de entidades estatales en estos territorios, ha dificultado la articulación con los sistemas de gobernanza locales, desaprovechando la oportunidad que estos sistemas le puedan aportar a un mayor control de la zona (Castellanos y Rojas, 2018). Dentro de las posiciones que tienen algunos de los líderes sociales y autoridades estatales para el caso de la parte de Chiribiquete que se encuentra en el departamento de Caquetá, es que la solución al grave problema de la deforestación, no es solamente judicial y con la intervención de la fuerza pública, sino que también se debe realizar una concertación con las comunidades afectadas para lograr medidas más efectivas.
Algunas de las visiones que se tienen desde las fuerzas armadas estatales respecto a esta situación, es que la deforestación que se ha estado dando en Chiribiquete, ha estado siendo generada por mafias (Cárdenas, 2020; FCDS, 2021). En donde las fuerzas armadas señalan sobre este proceso de deforestación que: “…Los campesinos no tienen plata para pagarle a cien motosierristas…” (Semana Sostenible, 2018). Otras de las percepciones que se tienen desde las fuerzas armadas del estado, es que las autoridades ambientales, dentro de las cuales se encuentra Parques Nacionales, no tienen la capacidad para tener el control territorial del área, y no cuentan ni con la capacidad de personal, ni financiera para contrarrestar todos los problemas que se viene presentando en el parque (Castellanos y Rojas, 2018; Cardenás, 2020). Adicional a esto, la visión de la autoridad ambiental – CDA es que: “…Esa gente llega con grandes capitales desde fuera del departamento. Contratan campesinos y cuando llegan los operativos, solo caen estos, no los autores intelectuales ni los financiadores…”.
Según el IDEAM, en el 2017, hubo un gran aumento de la deforestación, en donde para el caso de la Amazonia se duplicó. El 47 % de esta deforestación en la Amazonia se concentró en ocho municipios amazónicos, seis de los cuales son considerados como las nuevas fronteras de Chiribiquete: San Vicente del Caguán, Solano, Cartagena del Chairá (Caquetá), San José del Guaviare, Calamar y Miraflores (Guaviare) (WWF, 2018).
En general, varias de las zonas de influencia de las áreas que estaban en la propuesta para la ampliación de Chiribiquete, han estado siendo afectadas por procesos de deforestación. Los sectores donde más han disminuido porcentualmente las áreas de bosque son en orden: Cristalina, Chuapal, Camuya, Bajo Caguán, Angoleta, Polaco, Yaguará y Ciudad Yarí (FCDS, 2018). Por otra parte, en la zona de influencia directa del área en proceso de ampliación de Chiribiquete, FCDS (2018) señaló que se contabilizaban 2500 km lineales de accesos terrestres (IDEAM, 2016), sin discriminación de uso, superficie de rodadura ni ancho. Igualmente, dentro de los últimos reportes en la zona de ampliación se señala que una carretera está atravesando el norte del PNN Chiribiquete (El Tiempo, 2022). Por otro lado, otras de las situaciones que se identificaron desde FCDS (2018) que han generado presiones en las zonas de ampliación del parque, son en relación con el programa de sustitución de cultivos de uso ilícito, puesto que esto se consideró que causa tensión con la población, ya que al no tener una visión de planificación regional de desarrollo, sino privilegiando proyectos individuales (en su mayoría son ganaderos), que podrían estar derivando en procesos productivos insostenibles que se convierten en pocos años en motores de deforestación.
En la zona del Chuapal FCDS (2018) detectó que hay una alta dinámica de deforestación y apertura de vías, con cultivos de coca generalizados y casi permanentes según el análisis de cultivos de uso ilícito; con algunas incursiones crecientes en el área que se destino para ampliación de Chiribiquete, en condición de abandono. En lo que respecta al sector de la Cristalina FCDS (2018) señaló que a la fecha de la publicación había una dinámica alta del proceso de deforestación, destinada en gran parte al cultivo de pastos, en el norte de este sector se identificado incursiones (Interanual 2016-2017) que son necesarias de monitorear debido a que la presencia de vías de acceso terrestre que lo hacen un sector altamente vulnerable FCDS (2018). Vale la pena anotar que sus características naturales de inundación no facilitan el uso antrópico, lo que, hasta el momento, ha mantenido libre de intervención su zona central.
En cuanto al sector de Itilla FCDS (2018) indica que este sector es un sector caracterizado por cultivos de coca concentrados en el margen izquierdo (aguas arriba) del río Itilla, desde hace una década (como mínimo) con una extensión de aproximadamente 55 hectáreas, sin grandes cambios ni ampliación de la frontera. No obstante en el sobrevuelo de reconocimiento y monitoreo FCDS (2018) señaló que detectó cultivos de coca de amplias dimensiones con características empresariales más que de producción de indígenas.
Por otra parte, de manera complementaria con lo señalado por FCDS (2018) respecto a las presiones en las zonas de ampliación o zonas colindantes, otros fuentes como Mongabay (2018) han señalado que hay cinco zonas donde hay presiones y tensiones sociales en la ampliación de Chiribiquete. Una primera zona se encuentra en la parte norte de la ampliación del parque, en el área entre los Parques Nacionales Chiribiquete y La Macarena en 2010, se empezaba la construcción de una carretera (Mongabay, 2018). La deforestación se expandió cerca de ella, acelerándose mucho más en el año 2017 (Mongabay, 2018). Un segundo foco señalado por Mongabay (2018), se ubica en la esquina noroccidental del Resguardo Indígena Yarí-Yaguará II. En 2016 la deforestación comenzó a invadir este territorio ancestral y para 2018 los parches talados aumentaron considerablemente su tamaño. El tercer foco se centra en la zona norte de la ampliación del Parque Chiribiquete. En 2017 la zona se veía intacta, pero en 2018 se vió deforestación a lo largo de una nueva carretera que se acerca al Parque (Mongabay, 2018). El cuarto punto caliente corresponde a otro sector en el norte de la ampliación del Parque Chiribiquete, con grandes zonas deforestadas en el 2018. Finalmente, el quinto foco de deforestación se encuentra en el borde nororiental de la ampliación de Chiribiquete (Mongabay, 2018).
En cuanto a las campañas de la Operación Artemisa que se han adelantado en parques nacionales de la Amazonia en los últimos años, dentro de los que se encuentra Chiribiquete, algunos de los líderes indígenas y campesinos que representan a las comunidades afectadas indican que: “…Estamos desde el pasado 22 de marzo (2019) haciendo una gira con campesinos e indígenas que vienen desde Caquetá, sur del Meta y Guainía, porque venimos a exponer ante las instituciones del estado – que no se presentaron- nuestra intención de dialogar sobre la problemática que nos tiene enfrentados a graves violaciones de derechos humanos: tenemos compañeros que están siendo judicializados y desplazados, y sus pertenencias quemadas…” (El Tiempo, 2021).
Artemisa fue una apuesta de entidades del Estado para contrarrestar la deforestación, se ha señalado por parte de algunos líderes sociales de la zona, que esta operación reavivó muchas situaciones de desconfianza por parte de varias comunidades indígenas y campesinas hacia las entidades del Estado, lo cual ha venido incrementó la tensión social en la zona (De Justicia, 2021). A esto se le debe sumar que la carencia o falta de fortalecimiento de sistemas de gobernanza locales efectivos de la población civil, articulados con la institucionalidad, no ha permitido que se cuente con un mayor control territorial para evitar los usos indebidos y la ocupación de territorios al interior del área natural protegida (Castellanos y Rojas, 2018). Además de esto hay reclamos en los territorios en relación con que no ha habido casi inversión social para acompañar los problemas sociales que se han ido generando al interior y en la periferia del área protegida.
En cuanto a lo que se ha venido dando en el 2023 en Chiribiquete, en el primer trimestre, se identificó el desarrollo de una vía ilegal que se construyó en el resguardo indígena de Yaguara II y que se identificó que estaba impactando en Chiribiquete (El Tiempo, 2023), la cual ya la procuraduría le solicitó a Minambiente que debe intervenir esta vía ilegal que se hizo sin el permiso ambiental ni la autorización de la comunidad indígena del resguardo Yaguara II ni de las autoridades competentes (Caracol, 2023). Adicional a esto según reporte oficial de los organismos de socorro, más de dos mil hectáreas de bosque y 200 de sabana, han resultado consumidas por las quemas indiscriminadas y tala de bosques registradas en el lugar (Caracol Radio, 2023).
Ubicación
Departamento: Guaviare, Caqueta
Municipios: Calamar, Cartagena del Chairá, Solano, Calamar, San Vicente del Caguán, San José del Guaviare
Veredas con mayor deforestación en áreas límites de las ampliaciones: Cristalina, Chuapal, Camuya, Bajo Caguán, Angoleta, Polaco, Yaguará y Ciudad Yari, Zonas de ampliación de Chiribiquete.
Otros datos de ubicación: Municipios de Caquetá: Cartagena del Chairá, San Vicente del Caguán y Solano; municipios de Guaviare: Calamar, San José del Guaviare, Miraflores.
Veredas: Ciudad Yarí, Paraíso del Yarí, Nueva Esperanza, Alta Gracia y el Camulla (en San Vicente del Caguán), así como en las veredas de Puerto Polaco y Brisas del Itilla (en Calamar), veredas de Manabil y Choapal en el Corregimiento El Capricho, en San José del Guaviare.
Parque Nacional Natural Chiribiquete.
Causas
En varias de las zonas circundantes a las áreas ampliadas de Chiribiquete al igual que en las áreas ampliadas se ha venido dando un proceso de deforestación para la posterior expansión de las praderas, esto con el fin de apropiarse y ocupar ilegalmente las tierras, en muchos casos con la visión de dedicarlas a la ganadería (Semana Sostenible, 2018). Adicional a esto, la autoridad ambiental CDA, señala que hay actores externos a la zona, que suelen financiar estas actividades y ven en la ocupación, posesión ilegal de la tierra, y en el cambio de su uso, la posibilidad de hacerse a grandes fortunas a costa de talar indiscriminadamente los bosques naturales y praderizarlos. Además de esto, otras entidades señalan que detrás de estos procesos de ocupación hay un gran cantidad de dinero que proviene de actividades ilícitas, como es el caso de ganancias obtenidas del narcotráfico (Cardenás, 2021), con lo cual esto funciona como un mecanismo de lavado de dinero.
+ Info
Sumado a esto, al parecer, parte de estas tierras ocupadas y acaparadas son negociadas de alguna manera en las notarías, mediante negocios ilegales que luego quedan registrados en las oficinas de instrumentos públicos (Semana Sostenible, 2018). En relación con esto, la Agencia de Renovación del Territorio, ART, habla de la ausencia de un catastro rural actualizado que permita conocer el dueño de los predios y los polígonos de finca.
A esta falta de presencia y fortalecimiento de las entidades estatales que se ha venido dando tanto al interior del parque como en su periferia, se adiciona los presupuestos limitados que han venido recibiendo las administraciones del parque, y el desconocimiento que aún se tiene del área natural protegida, lo cual no ha permitido tener un mayor control sobre las distintas presiones que se han venido presentando en el entorno del parque y en su interior (Castellanos y Rojas, 2018). Esto muestra claramente que existen grandes limitaciones para que las autoridades ambientales puedan tener el control de esta área, incluyendo la administración del parque, puesto que no han tenido ni tienen la capacidad de un control real en el territorio, y no han contado ni cuentan con el suficiente personal ni con la dotación necesaria para contrarrestar los distintos problemas que se han venido dando a partir del establecimiento y la ampliación del parque Chiribiquete (Castellanos y Rojas, 2018; Semana Sostenible, 2018). Aunque Chiribiquete es el parque natural más grande del país, no en toda el área se presentan tensiones, son seis las áreas donde especialmente se concentran estas presiones concentradas en los municipios colindantes como Bajo Caguán y Calamar (WWF, 2021).
En cuanto a los operativos de Artemisa, que fue una apuesta de entidades del Estado para contrarrestar la deforestación, se ha señalado por parte de algunos líderes sociales de la zona, que esta operación reavivo muchas situaciones de desconfianza por parte de varias comunidades indígenas y campesinas hacia las entidades del Estado, lo cual ha venido incremento la tensión social en la zona (De Justicia, 2021). A esto se le debe sumar que la carencia o falta de fortalecimiento de sistemas de gobernanza locales efectivos de la población civil, articulados con la institucionalidad, no ha permitido que se cuente con un mayor control territorial para evitar los usos indebidos y la ocupación de territorios al interior del área natural protegida (Castellanos y Rojas, 2018). Además de esto hay reclamos en los territorios en relación con que no ha habido casi inversión social para acompañar los problemas sociales que se han ido generando al interior y en la periferia del área protegida.
En el primer trimestre del 2023, en cercanías de Chiribiquete se identificó el desarrollo de una vía ilegal que se construyó en el reguardo indígena de Yaguara II (El Tiempo, 2023), la cual ya la procuraduría le solicitó a Minambiente que debe intervenir esta vía ilegal que se hizo sin el permiso ambiental ni la autorización de la comunidad indígena del resguardo Yaguara II ni de las autoridades competentes (Caracol, 2023).
Actores
Fiscalía; Procuraduría; Fuerza Pública; Parques Nacionales; Ministerio de Ambiente; Ministerio de Defensa; Ministerio de Agricultura; Agencia Nacional de Tierras - ANT; Alcaldía de Cartagena del Chairá; Alcaldía de San Vicente del Caguán; Alcaldía de Solano; Alcaldía de Calamar; Alcaldía de San Vicente del Caguán; San José del Guaviare; Gobernación Guaviare; Gobernación Caqueta; la Agencia de Desarrollo Rural (ARN); Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos DCSI de la Agencia de Renovación del Territorio (ART); Defensoria del Pueblo. | CORPOAMAZONIA y CDA
| Disidencias de las FARC y Otros grupos armados ilegales.
|
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos Sociales |
---|---|
Impacto ambiental principal Pérdida de cobertura vegetal Impacto ambiental secundario Cambio en el uso del suelo Otros impactos ambientales Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) | Impacto social, cultural y económico principal Militarización y aumento de la presencia policial Impacto social, cultural y económico secundario Desplazamiento Otros impactos sociales, culturales y económicos Amenazas |
Momentos Clave
Declaratoria del parque Nacional Chiribiquete.
Se construyo en Chiribiquete la estación de investigaciones científicas Puerto Aveja.
Acuerdo para la prosperidad 079 DE 2012 sobre parques con Campesinos.
Ampliación del Parque Nacional Chiribiquete por medio de la Resolución 1038 de 2013 de Minambiente.
- Ampliación del Parque Nacional Chiribiquete por medio de la Resolución 1256 de 2018 de Minambiente.
- Declaratoria de Chiribiquete como patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
- Primera operación Artemisa: “543 hectáreas recuperadas del 13 al 20 de abril de 2019 en el Parque Nacional Natural Chiribiquete, departamento del Guaviare”.
- Segunda operación Artemisa: “776 hectáreas recuperadas del 24 al 27 de junio de 2019 en el Parque Nacional Natural Chiribiquete, departamento del Caquetá”.
- Tercera operación Artemisa: “1.434 hectáreas recuperadas del 19 al 23 de agosto de 2019 en el Parque Nacional Natural Chiribiquete, departamento del Caquetá”
- La Fiscalía le ordena al ICA bloquear las guías de movilización de ganado y al banco agrarío dejar de aprobar créditos para el desarrollo productivo dentro del patrimonio natural de los colombianos.
Bloqueo de paso de vehículos en la vía de Los Pozos que conduce a la cabecera municipal de San Vicente del Caguán, por parte de comunidades campesinas, como respuesta a los operativos de la fiscalía y de la Fuerza Pública.
La comunidad retiene a un delegado de Minambiente como reclamo a las operaciones de la Artemisa que se están desarrollando en la zona.
- La fiscalía imputa a gobernador indígena Nasa de una comunidad indígena en la vereda El Triunfo, en San Vicente del Caguán, por haber promovido, dirigido, facilitado y financiado la quema y corte de amplias extensiones de bosque y vegetación.
- Un muerto de la sociedad civil y un militar retenido en operación contra quemas en Chiribiquete.
- Minambiente y Mindefensa anuncian que arrancan fase 14 de Artemisa para salvar Parque Nacional Chiribiquete de la deforestación.
- Desde el Ministerio de Ambiente se señala que se va parar con las operaciones Artemisa.
- En el primer trimestre del año más de 2000 hectáreas afectadas en el Parque Nacional de Chiribiquete según reporte oficial de los organismos de socorro, más de dos mil hectáreas de bosque y 200 de sabana, han resultado consumidas por las quemas indiscriminadas y tala de bosques registradas en el lugar.
- La Procuraduría General le pidió al Ministerio de Ambiente, cumplir con su compromiso de activar una ruta encaminada a la destrucción de la nueva vía de 22.7 kilómetros de extensión, construida de manera ilegal en el municipio de Calamar, departamento de Guaviare, generadora de deforestación en inmediaciones del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete.
- Según el análisis del Ideam, en el primer trimestre del 2023, comparado con el primer trimestre de 2022, la deforestación tuvo una reducción en Chiribiquete de 671 hectáreas.
Descargables
¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2022). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Parque Nacional Natural Chiribiquete poblamiento y superposición de territorialidades en sus ampliaciones [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/otras-actividades/#parque-chiribiquete-superposicion-de-territorialidades
Parque Nacional Natural Tinigua poblamiento y superposición de territorialidades
Descripción
El Parque Nacional Natural Tinigua, se encuentra dentro de la figura de ordenamiento territorial de especial importancia ambiental del departamento del Meta, El Área de Manejo Especial La Macarena (AMEM) que incluye cuatro (4) Parques Nacionales Naturales (Sumapaz, Cordillera de los Picachos, Sierra de La Macarena y Tinigua) y tres Distritos de Manejo Integrado; en este territorio confluyen ecosistemas andinos, orinocense y amazónicos lo que le confiere una alta diversidad biológica (PNNC, 2022). El Parque Nacional Natural Tinigua, tiene una importancia hídrica por conservar cuatro (4) cuencas hidrográficas río Guayabero, río Guaduas, río Perdido y el río Duda que permiten la formación del río Guaviare y la macro cuenca del Orinoco (PNNC, 2022).
+ Info
Tinigua ha aparecido en los últimos años como una de las áreas que está siendo más impactada por la deforestación (Mongabay, 2021). Las vías, la colonización y la ganadería han llevado a un fuerte proceso de acaparamiento de tierras en su interior posterior a la salida de las extintas FARC producto del Acuerdo de Paz firmado con el gobierno nacional 2016 (Semana, 2018a; Mongabay, 2022). Las situaciones en el Parque Tinigua, han estado tan complicadas en los últimos años que los funcionarios del parque, incluyendo la propia Directora han sido amenazados por las disidencias de las FARC (Mongabay, 2019). De acuerdo a algunas versiones, son ahora esas disidencias uno de los actores que promueven la deforestación, una situación que contrasta con la que ocurría años atrás, donde las extintas FARC regulaban evitando la tala del bosque (Rojas, 2020).
El Parque Tinigua hace parte de un territorio de frontera de colonización, en donde ha habido muy poca o ninguna gobernabilidad por parte del Estado, por lo cual la gente ha creado sus poroias formas de gobernabilidad y se ha organizado creando estrategias propias para relacionarse con el territorio más allá de las figuras de ordenamiento que se establezcan desde las entidades del estado (Borda, 2017; Rodriguez, 2020). La ausencia estatal a lo largo de años en las zona donde se creó el parque Tinigua (1989), sumado a los procesos de colonización promovidos en distintos momentos por el Estado, ha caudado que los campesinos que han ido colonizando las zonas dentro del parque y su periferia, se hayan organizando y planificado a su manera el ordenamiento del territorio, el cual, a pesar de estar fuera de las instancias legales, para ellos es válida y es la que les ha funcionado durante décadas (Borda, 2017; Rodríguez, 2020). Esta situación ha generado que no se hayan logrado acuerdos definitivos entre estas comunidades con las distintas entidades estatales (Rodríguez, 2020).
Como parte de este proceso organizativo comunitario, los campesinos que venían habitando el área del parque Tinigua, incluso antes de la creación del parque, señalan que hace más de 20 años se organizaron en la Asociación Campesina Ambiental Losada Guayabero (Ascal-G), que agrupa a comunidades de 68 veredas, y uno de sus pilares, ha sido el evitar la deforestación (Borda, 2017). Esta visión ha sido reconocida en el territorio, incluso cuando operaban las extintas FARC en territorio, ayudaban a Ascal-G a evitar la deforestación, pero una vez salieron del territorio por la firma de los Acuerdos de Paz en el 2016, esta asociación no tuvo ningún respaldo para controlar la deforestación, puesto que ya entraron otros actores al territorio que hicieron se apoderarararon de la zona (Semana, 2018; Rodríguez, 2020). Incluso para las mismas entidades del Estado, la presencia en territorio no ha sido fácil, por ejemplo los funcionarios de Parques Nacionales no han podido permanecer mucho tiempo en la zona, esto ha incluido a la directora del parque a quien le ha tocado permanecer en Villavicencio por las amenazas (Mongabay, 2019).
Dentro de las distintas versiones que se tienen de lo que ha estado pasando en Tinigua, se señala que están llegando campesinos desplazados de Chocó, Putumayo, Cauca, Huila, Caquetá, del mismo Meta, de casi todo el país buscando tierra y al no haber tierras disponibles se adentran en el parque (Semana, 2018). Por otro lado, hay versiones que señalan que los que están llegando no son campesinos desplazados, sino que son personas a las que se les paga por deforestar, y que los financiadores son mafias que buscan praderizar y acaparar tierras, ya sea para incorporar ganado o para comercializarla de manera irregular, en muchos casos para blanquear dinero de actividades de uso ilícito (Mongabay, 2021).
Según el análisis del Ideam, en el primer trimestre del 2023, comparado con el primer trimestre de 2022, se deforestaron 5209 hectáreas menos en Tinigua (Mongabay, 2023). No obstante según investigaciones, las dinámicas territoriales que se están dando muestran los patrones de conversión de bosque a pastos para ganado, en el parque Tinigua, en donde tanto los agricultores antiguos y cómo los nuevos han fragmentado y se han apropiado intencionalmente del área con el patrocinio de disidentes de las FARC y de grandes ganaderos. Al parecer hay ciertas ‘normas’ de los nuevos grupos que ahora están en la Amazonía, para llenar de ganadería la parte sur de Tinigua y conservar la parte norte para garantizar su movilidad por el territorio” (Las2Orirllas, 2023).
Ubicación
Departamento: Meta
Municipio: La Macarena
Otros Municipios: La Uribe, Meta.
Otros datos Ubicación: Parcialmente el territorio comprende, total o parcialmente, veinte veredas: “Aguabonita, Aires del Meta, Alto Raudal, Atlántica, Bajo Raudal, Bajo Villanueva, Brisas del Guayabero, Tapir, Esperanza, La Dorada, Bocana del Perdido, Los Alpes, Paraíso, Aires del Perdido, Caño Limón, El Rubí, Jordania, La Samaria, Paraíso del Losada y Villanueva Alto. Parque Nacional Natural Tinigua.
Causas
La ausencia estatal a lo largo de años en las zona donde se creó el parque Tinigua en 1989, sumado a los procesos de colonización que en distintos momentos ha promovido el mismo estado en décadas anteriores, ha generado que los campesinos que han ido colonizando las zonas que están dentro del parque y su periferia, se hayan ido organizando y hayan planificado a su manera el ordenamiento del territorio, el cual, a pesar de estar fuera de las instancias legales, para ellos es válida y es la que les ha funcionado (Borda, 2017; Rodríguez, 2020). Esta situación ha generado que no se hayan logrado acuerdos definitivos entre estas comunidades con las distintas entidades estatales (Rodríguez, 2020).
+ Info
El área comprendida hoy por lo que es el Área de Manejo Especial AME Macarena, estuvo sobrepuesta con la denominada Reserva Forestal de la Amazonía que fue creada a través de la Ley 2da de 1959, -cuya extensión abarcaba toda la cuenca del rio Amazonas y parte de la del Guaviare-, la cual fue sometida a sucesivas sustracciones destinadas principalmente a la ampliación de la frontera agrícola a través de procesos de colonización (PNNC, 2018). Con el Decreto 1989 de 1989, cambia el régimen jurídico de esta área pasando a ser entonces él AME Macarena (PNNC, 2018).
El espacio donde hoy día se localiza él AME Macarena, desde mediados del siglo XX ha estado sujeto a procesos de colonización espontánea y orientada, caracterizados por ser desordenados y carecer de atención estatal (PNNC, 2018). Desde la década de los años 50 hubo apoyó económico del Estado para que en ese momento ex combatientes liberales amnistiados se trasladaran al Ariari; posterior a esto desde la Caja Agraria se fundaron los centros de colonización de Canaguaro, Avichure y Charco Indio, en la ribera derecha del río Ariari, para que allí se asentaran cientos de familias que se habían quedado sin tierra ni trabajo por cuenta de la “violencia”; en la década de los 60 el recién creado INCORA inició el denominado proyecto Meta I con la apertura de zonas de crédito supervisado en los municipios de Acacias, Guamal, San Luis de Cubarral, la parte norte de Granada, la Oriental de San Martín y la parte de Fuente de Oro en el sector intermedio del río Ariari, proyecto que se extendió a finales de la década del sesenta a tres áreas de colonización diferente: al Ariari-Guejar, El Retorno en márgenes del río Guaviare; y Planas, al oriente del departamento del Meta. Igualmente, en la década de los setenta hubo en particular procesos de colonización espontanea asociados especialmente a bonanzas locales de madera, pieles y cultivos de uso ilícito (PNNC, 2018).
En la última década la situación que se viene dando al interior del parque y en sus zonas aledañas, es que a partir de la salida de las extintas FARC, por el Acuerdo de Paz en el 2016, por la no llegada de entidades del estado al territorio, empezó un fuerte proceso de ocupación en los terrenos del parque, a este respecto hay versiones que indican que esta ocupación se ha estado financiado por mafias que quieren hacer negocios con las tierras praderizadas o que quieren establecer ganado (Mongabay, 2021). Otras versiones dicen que también hay campesinos que están llegando de manera masiva de muchos lugares del país a buscar tierras que solo están encontrando disponibles al interior del parque (Semana, 2018). Al interior del parque se han hecho una gran cantidad de vías por las extintas FARC y por la comunidad, que son las que han permitido varias de las actividades que se dan en el interior del parque, en donde la gente de la comunidad pide que haya reconocimiento y mejoramiento de algunas de estas vías para poder tener más alternativas económicas con las que cuentas al día de hoy (Borda, 2017 Semana Sostenible, 2019).
Dada la difícil situación de orden público en la zona, los diálogos no han sido fáciles con las comunidades asentadas, y ha habido momentos de mayor tensión social por lo operativos militares que se han adelantado (De Justicia, 2022). Además de esto, no ha sido posible en los últimos años la presencia permanente de funcionarios del parque por las amenazas que han recibido por parte de distintos actores que han estado en la zona (Mongabay, 2019). En cuanto a la comunidad que vive en el parque Tinigua, han venido señalando que la única alternativa económica que ellos ven viable es la ganadería, puesto que bajo la visión de ellos los suelos del sector son muy malos y no se dan si no pastos, igual señalan que además de esto por la falta de infraestructura en la zona el único negocio que les da rentabilidad es la ganadería (Mongabay, 2019).
Actores
Organizaciones Sociales | Instituciones Estatales | Sector Privado | Autoridad Ambiental | Actores Armados |
---|---|---|---|---|
Corporación por la Defensa Ambiental y el Desarrollo Sostenible en el Área de Manejo Especial de La Macarena (CORPOAMEM); Comité de cultivadores de hoja de coca de La Uribe y La Macarena; Asociación Campesina Ambiental de Losada Guayabero (ASCAL-G); y Corporación de Trabajadores Campesinos Agropecuarios Ambientales de los Llanos del Yarí (CORPOAYARÍ). | Unidad Administrativa Especial de Parques Nacionales Naturales; Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Macarena (Cormacarena); Gobernación del Meta; Alcaldía de La Macarena; Alcaldía de La Uribe; Defensoría del Pueblo; Minambiente; Mindefensa; Minagricultura; Ministerio de Minas y Energía; ICA; ANLA; Fiscalia; Procuraduria; Defensoria del Pueblo. | Fedegán | CORMACARENA | Disidencias de las FARC |
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos Sociales |
---|---|
Impacto ambiental principal Cambio en el uso del suelo Impacto ambiental secundario Deforestación Otros impactos ambientales Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) | Impacto social, cultural y económico principal Militarización y aumento de la presencia policial Impacto social, cultural y económico secundario Desplazamiento Otros impactos sociales, culturales y económicos Amenazas |
Momentos Clave
Se crea El parque nacional natural – PNN, Tinigua creado en el marco del decreto ley 1989/1989, por el cual se declara área de manejo especial de la macarena – AMEM.
En ese momento las comunidades que habitaban en lo que ellos mismos denominaron vereda el Alto Raudal tenían un gran crecimiento por lo que deciden dividir el territorio dando nacimiento a la vereda el Tapir, veredas que con la declaratoria del Parque Tinigua quedaron dentro del áreas.
Contrario a lo esperado con el rumor de desalojo no hubo una salida masiva de colonos si no que por el contrario las comunidades empezaron obtener mayor provecho a partir de los recursos naturales antes de que los expulsaran.
Campesinos de los ríos Losada y Guayabero, conformaron una organización social dedicada a velar por la protección del ambiente, conocida como Asociación Campesina Ambiental Losada Guayabero – ASCAL G.
En el proceso de paz que se desarrolló con el entonces presidente Andrés Pastrana se desarrolló el acuerdo de los Pozos, en donde las extintas Farc reconocieron entre otros aspectos la necesidad de autosostenibilidad de las comunidades rurales incluyendo economías de turismo ecológico por su sostenibilidad.
La prensa oficial señaló en su momento la contracción del planteamiento ambiental que estaban señalando las extintas FARC por la construcción de carreteras en el Área de Manejo de la Macarena.
Incremento de los cultivos de coca para uso ilícito en el parque.
- Con la firma de los Acuerdos de Paz no sólo llegaron los nuevos colonos, llegaron los de Parques Nacionales a tratar de trabajar en el parque.
- Las directoras de Picachos, Macarena y Tinigua recibieron panfletos amenazantes en noviembre de 2016 y desde principios de este mes están despachando desde Villavicencio.
- Autoridades públicas y organizaciones sociales que representan comunidades dentro del área protegida celebraron acuerdo de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito.
Las disidencias de las Farc dieron la orden de que se podía trabajar la tierra que estaba protegida. “Repartieron 7.000 u 8.000 hectáreas, de a 100 para cada familia”. El acuerdo era que podían talar el 70 % de sus fincas, no la mitad, como los que llevábamos rato en la región.
- Firmas de algunos acuerdos de conservación entre Parques Nacionales y algunas familias que viven parcialmente en el parque Tinigua
- La Fiscalía le ordena al ICA bloquear las guías de movilización de ganado y al banco agrarío dejar de aprobar créditos para el desarrollo productivo dentro del patrimonio natural de los colombianos.
Plantones y bloqueos de líderes sociales como respuesta al desacuerdo de las comunidades por lo operativos militares de artemisa en el parque Tinigua.
- Resolución No.00007067 de 2022 del ICA, “Por la cual se establecen medidas encaminadas a la cancelación del Registro Sanitario de Predio Pecuario- RSPP de los predios que desarrollen su actividad ganadera de Bovinos y/o Bufalinos dentro de las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales, Parques Naturales Regionales del país, se adiciona el parágrafo dos al artículo 4 y el parágrafo cuatro al artículo 11 de la Resolución No. 090464 de 20 de enero de 2021”.
- Resolución No. 00014444 de 2022, “Por la cual se modifican algunos apartes de la Resolución 00007067 del 02 de mayo de 2022 y se dictan otras disposiciones”.
- Según el análisis del Ideam, en el primer trimestre del 2023, comparado con el primer trimestre de 2022, se deforestaron 5209 hectáreas menos en Tinigua.
- Según los resultados de investigaciones los patrones de conversión de bosque a pastos para ganado en el parque Tinigua muestran cómo los agricultores antiguos y nuevos han fragmentado y se han apropiado intencionalmente del área con el patrocinio de disidentes de las FARC y grandes ganaderos. Ha habido ciertas ‘normas’ de los nuevos grupos que ahora están en la Amazonía, para llenar de ganadería la parte sur de Tinigua y conservar la parte norte para garantizar su movilidad por el territorio.
Descargables
¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2022). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Parque Nacional Natural Tinigua poblamiento y superposición de territorialidades [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/atlas-tipologia-agropecuarios-y-biodiversidad/#superposicion-territorialidades-parque-tinigua
Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena poblamiento y superposición de territorialidades
Descripción
El Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena reviste una gran importancia ecológica, biológica y ambiental. Por su ubicación sobre el Escudo Guyanés y su interconectividad ecológica con los parques Tinigua y Picachos, es un punto de unión del corredor entre la Orinoquía, la Amazonia y los Andes, contando con altos niveles de endemismo biológico y con una gran expresión de biodiversidad.
El actual Parque Nacional natural tiene una larga historia de conformación y consolidación que está imbricada con diferentes procesos y momentos de colonización, dirigidos por el Estado, de esta manera durante los años 50 y 60 se dieron diferentes momentos en los que los gobiernos promovieron la colonización del rio Ariari y de la Reserva Nacional Sierra de la Macarena. Luego de varios conflictos territoriales entre los colonos y las instituciones ambientales, y desconociendo los estudios de la Universidad Nacional de Colombia y los aportes de la misma, el gobierno de Virgilio Barco determinó con el decreto 1989 de 1989 la creación del Parque Natural Sierra de la Macarena, dentro del decreto quedó establecido que el Área de Manejo Especial de La Macarena (AME-Macarena), estaría integrado por: i) El PNN Sierra de La Macarena; ii) los DMI de La Macarena; iii) el PNN Tinigua; iv) el DMI del Ariari – Guayabero; y v) el “Territorio” de los Parques Nacionales Naturales Cordillera de los Picachos y Sumapaz comprendido en la jurisdicción del Departamento del Meta (PNN, 2018 ).
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La Serranía de la Macarena es quizá uno de los lugares con mayor conflictividad a nivel socioambiental, podría decirse que es un crisol donde se manifiesta la confluencia de diferentes problemáticas que recorren el territorio colombiano en general. La praderización y la ampliación de la frontera agropecuaria, la ganadería extensiva, las vías no planificadas, la extracción maderera y los cultivos de uso ilícito son las principales causas de los elevados índices de deforestación del parque, frente a esto Parques Naturales ha implementado algunos acuerdos de conservación, sin embargo la medida no alcanza a frenar las grandes cifras de deforestación, y adicionalmente los funcionarios en este momentos están muy limitados en el acceso al parque por el control territorial que están ejerciendo las disidencias de las FARC.
El Parque Nacional Sierra de la Macarena fue fundado en 1989, sin embargo, por la misma historia de colonización del departamento en este territorio confluyen diferentes actores y territorialidades superpuestas. La Macarena ha sido escenario del conflicto armado, del narcotráfico, de la extracción maderera, de la ganadería extensiva, y de los cultivos de uso ilícito, todo lo anterior genera grandes áreas de deforestación. Adicionalmente las comunidades campesinas que viven dentro del parque (Verdad Abierta, 2022; Mongabay 2019), y que se dedicaban a los cultivos de uso ilícito, luego del Acuerdo de Paz, experimentaron una situación de incertidumbre pues el PNIS (Plan Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos) de alguna manera no logró reemplazar la economía de la hoja de coca ni ser una garantía para su subsistencia. Luego de los Acuerdos de Paz se ha comenzado a promover el turismo de naturaleza y de protección ambiental, así como la investigación biológica, no obstante, como se evidencio en el taller de diálogo social para la identificación y caracterización de conflictos socioambientales adelantado en el 2024 por el Sinchi, el turismo en la parte del parque que hace parte del municipio de Vista Hermosa también está generando tensiones entre actores en la región.
Sin embargo, como bien lo registra Mongabay en su serie Rutas del Conflicto (2019) la conflictividad entre campesinos y la institución de Parques Naturales es una realidad, por las tensiones que se crean entre el ordenamiento ambiental de conservación implícita al Parque y las territorialidades propias de los campesinos. Lo anterior se relaciona con los procesos de colonización y bonanza propios de esta región, a través de los cuales se instalaron personas en el territorio antes de que la zona fuera declarada Parque Natural (PNN, 2018), sumado a lo anterior, en el parque también han llegado personas desplazadas por el conflicto armado, y familias de colonos luego de los Acuerdos de Paz.
Las comunidades manifiestan inconformidad porque la institución de Parques Naturales no ataca como tal los grandes focos de deforestación, sino que “persigue” a los campesinos que no son dueños de las grandes extensiones de deforestación (Mongabay, 2019). Igualmente, los cultivos de coca han disminuido, pero no de manera contundente y han aparecido en otras zonas del parque, adicionalmente las disidencias de las FARC han fortalecido su control territorial, impidiendo a los mismos funcionarios de Parques Naturales entrar en ciertas zonas del parque, pues las disidencias han generado también amenazas y amedrentamientos para limitar el acceso de los funcionarios al territorio del parque. Por otra parte, de acuerdo a lo que se indicó en los talleres de diálogo territorial adelantados en el 2024 por el Sinchi, las personas que residen en los distintos municipios de la zona deben estar carnetizadas por parte de alguna junta de acción comunal y deben andar con este carnet de manera permanente puesto que los actores armados ilegales que controlan la zona pueden solicitarlo en cualquier momento, y en caso de no portarlo pueden ser sancionados.
Haciendo referencia a los registros de Parques Naturales, el informe de Mongabay (2019) afirma que “Según cifras de la entidad, para 2007, dentro de La Macarena había una pérdida acumulada de bosque de 38.615 hectáreas. Para el 2014, la cifra había aumentado a 49.260 hectáreas y para marzo de 2019, el registro indicaba 55.893 hectáreas. Al transitar por la trocha ganadera no se ve ningún tipo de control, ya sea por parte de Parques Nacionales o por la Fuerza Pública, que impide que se deforeste, se saque madera, se entren vacas o se cultive coca. Adentro todo puede pasar y parece que ninguna institución está vigilando “.
Los altos niveles de deforestación afectan directamente los ciclos del agua y la conectividad ecológica, parte de los procesos de deforestación se han dado alrededor de la llamada “Trocha ganadera” carretera destapada construida de manera ilegal por las extintas FARC entre 2001 y 2003 que conecta el Municipio de Vista Hermosa con la Macarena, atraviesa el parque y pasa de forma lateral por Caño Cristales, y fue una zona que tuvo grandes índices de incendios y deforestación en los últimos años. El informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) informó que el Parque Nacional Natural con más cultivos ilegales de hoja de coca era Sierra de La Macarena, con un estimado de 1840 hectáreas (Mongabay, 2019). Igualmente, como lo indican varios funcionarios, el principal problema es la ganadería extensiva como causante de la deforestación, incluso más que la siembra de cultivos de coca. Para el 2024 se reportaron nuevos focos de deforestación en Parque Sierra de la Macarena que le apuntan a ganadería y acaparamiento de tierras (Mongabay, 2024).
Existen también presiones sobre el Área de Manejo Especial de la Macarena debido a los proyectos de desarrollo, especialmente la carretera Marginal de la Selva y la Transversal de la Macarena que generan impactos negativos sobre la conectividad presente en el parque, alrededor de ambos proyectos se están aumentando los espacios de ganadería extensiva y de monocultivo de palma africana justo en los límites del parque (Botero, 2016). En los talleres adelantados de diálogo para la identificación y caracterización de CSA en esta zona para algunos de los participantes la culminación de la transversal de la Macarena esta empezando a traer varios problemas en el sur de meta, que afectaciones que se presentan también en el parque la Macarena y áreas próximas.
Las comunidades también han alzado su voz de inconformidad frente al manejo militar y policivo que se le ha dado a la relación con las familias campesinas asentadas en la zona del parque, especialmente como parte de la Operación Artemisa. El Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta, precisamente denunció cómo en febrero de 2020, las familias campesinas fueron agredidas de manera violenta por la fuerza pública, vulnerando los derechos humanos de esas comunidades y destruyendo viviendas, bienes y cultivos. A su vez denunciaron el tratamiento que el Estado está teniendo con esas familias e invitaron al diálogo y a la concertación en pro de la conservación, teniendo en cuenta que las poblaciones asentadas en el parque son en su mayoría personas víctimas del conflicto y de la marginalidad social. Y denuncian también como la institucionalidad está usando la fuerza hacia las familias campesinas, pero no hacia los grandes financiadores de la deforestación, la ganadería extensiva, los monocultivos de palma, entre otros.
En 2023, según el sistema de monitoreo de bosques en línea Global Forest Watch, en el PNN Sierra de La Macarena se han presentado 29 585 alertas de deforestación entre el 1 de enero al 15 de septiembre (Mongabay, 2023), Parques Nacionales le aseguró a Rutas del Conflicto y a Mongabay Latam que este 2023 grupos armados le manifestaron a líderes de las comunidades de San Juan de Arama y La Macarena, dos municipios donde está parte del PNN Sierra de La Macarena, que sigue restringido el ingreso y prohibido todo vínculo con el personal de PNN (Mongabay, 2023). En el 2023, un pescador sufrió las consecuencias de “desobedecer” el mandato del grupo guerrillero que prohibió pescar en el río Guayabero, en el Raudal, sector del Parque Natural Sierra de La Macarena, donde un letrero con una calavera y con las siglas Farc-EP, en letras grandes, restringe la pesca (El Colombiano, 2023).
Ante este panorama, en 2023 la Defensoría del Pueblo, que evalúa el nivel de riesgo sobre las labores de los defensores de derechos humanos, alertó que los seis municipios en los que el PNN Sierra de La Macarena tiene jurisdicción se encuentran en un nivel de riesgo alto (Mongabay, 2023).
De acuerdo a lo señalado en Mongabay (2023) ha habido acercamientos entre las comunidades y los guardaparques tras la llegada del gobierno de Gustavo Petro, pero dice que no ha sido posible restaurar la confianza entre los campesinos que viven dentro del PNN y la entidad debido a la situación de seguridad. “A algunas comunidades les gustaría dialogar con Parques, pero ellos no les pueden garantizar protección a los guardabosques porque las disidencias son las que controlan el territorio y para ellos la entidad es un enemigo”, asevera la fuente (Mongabay, 2023). Contrario a varias de estas estas situaciones como parte de los proyectos del Fondo Colombia Sostenible, 52 familias de dos municipios del Meta, se incorporaron a la conservación y uso sostenible de los bosques (El Espectador, 2023). Parques Nacionales le dijo a Rutas del Conflicto y Mongabay Latam que la situación de deforestación en el PNN Sierra de La Macarena ha disminuido considerablemente en 2023 (Mongabay, 2023).
Ubicación
Departamento: Meta
Municipios: La Macarena
Otros Municipios: Vista Hermosa y Puerto Rico
Otros datos Ubicación: Veredas: Alto Caño Cafra, Las Ánimas y La Reforma
Veredas: La Tigra, Laguna Gringa, Charco Carbón, Caño Ceiba y Monserrate.
Sector oriental del Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena, donde se registran cerca del 50 % de los puntos de alertas. Área de Manejo Especial de la Macarena (AMEM)
Causas
La Serranía de la Macarena es quizá uno de los lugares con mayor conflictividad a nivel socioambiental, podría decirse que es un crisol donde se pueden observar la confluencia de diferentes problemáticas que recorren el territorio colombiano. La praderización y la ampliación de la frontera agropecuaria, la ganadería extensiva, las vías no planificadas y los cultivos de uso ilícito son las principales causas de la deforestación. Detrás de estas actividades a su vez, están las “caras no visibles” de personas que se hacen a grandes extensiones de tierra, pagan jornales por talar y son los grandes financiadores de la ganadería extensiva (Botero, 2016).
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Una de las características principales de esta región consiste precisamente, en que ha sido uno de los focos principales del conflicto armado. Los procesos de colonización, liderados por el propio Estado jugaron un importante papel en el poblamiento de esta zona, al igual que campesinos y poblaciones que llegaban a la región huyendo de la violencia armada, en sus diferentes épocas y etapas. La guerrilla de las FARC tuvo un papel preponderante en el proceso de colonización y organización del territorio (SEMANA RURAL, 2019). Tinigua, la Serranía de La Macarena, Cordillera de los Picachos y Sumapaz, los cuatro Parques Nacionales que conforman el Área de Manejo Especial de la Macarena (AMEM), se encuentran entre los más perjudicados por el conflicto armado y la colonización.
El Área de Manejo Especial de la Macarena entre Guaviare y el Meta representa una zona ecológica única al conectar el bioma de la Amazonia, los Andes y la Orinoquía. Por lo anterior cuenta con una importante diversidad biológica, ecosistemas únicos y un gran endemismo de especies vegetales y animales. También cuenta con importantes escenarios de alto valor paisajístico, indispensables para el turismo de la región. Debido a su posicionamiento geopolítico y militar estratégico, el AMEM se convirtió en uno de los núcleos más importantes del conflicto armado interno colombiano y un fortín de coca. SEMANA RURAL (2019) presentando el libro “Áreas protegidas amazónicas y sus funcionarios como víctimas del conflicto armado“ de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) y al Comité Holandés de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), señalaron que la Macarena resultó siendo un territorio estratégico para los actores armados lo que conllevó a disputas territoriales y victimizaciones en su interior como asesinatos, desplazamientos, desapariciones y reclutamientos forzados, secuestros, extorsiones, violencia sexual y amenazas, afectando a los defensores del medioambiente.
Como otras regiones, los procesos de colonización siempre han estado vinculados a procesos de auges extractivos de recursos naturales, y para esta zona liderados también por las mismas políticas estatales (PNN, 2019). En los años 30 del siglo XX, tuvieron lugar las bonanzas de la quina, el caucho, el comercio de pieles, así como la extracción de especies maderables. La violencia de los años 50 también fue un factor importante para la llegada de colonos y campesinos que huían del interior del país, en los años 60 y 70 fue el mismo Estado quien promovió los procesos colonizadores y luego de los años 80 la bonanza cocalera se convirtió en el atractivo de colonos y campesinos en busca de oportunidades. Posteriormente durante el gobierno de Andrés Pastrana, el Municipio de la Macarena hizo parte de la zona de distención y del control social, económico y territorial que implicó este proceso.
Todo lo anterior ha determinado el uso del territorio y explica de alguna manera las actuales conflictividades, como está indicado en el Plan de Manejo del Parque Natural Serranía de la Macarena 2018-2023 (2018) estos procesos de poblamiento previos a la confirmación legal del parque. Estos procesos de ocupación han estado dirigidos por la búsqueda y explotación de recursos naturales, así como la colonización de terrenos baldíos. De esta manera es posible comprender las actuales conflictividades respecto a la ocupación y uso del territorio, y sus formas de apropiación.
Actores
Embera Katío, Nasa.
| AsproMacarena; Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta; Juntas de Acción Comunal; Asojuntas; AGROGUEJAR La Asociación Campesina para la Agricultura Agroecológica y el Comercio Justo en la Cuenca del Rio Güejar ACATAMU La Asociación de Trabajadores Campesinos Ambientalistas de los Parques Tinigua y Macarena del municipio de Uribe; CORPOAMEM La Corporación por la Defensa Ambiental y el Desarrollo Sostenible en el AMEM. | Parques Nacionales Naturales; Gobernación del Meta; Ministerio de Defensa; Ministerio de Ambiente; Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios; Observatorio de Conflictos Ambientales (OCA) de la Universidad Nacional; Instituto Colombiano Agropecuario (ICA); Fiscalía General de la Nación. |
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos Sociales |
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Impacto ambiental principal Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) Impacto ambiental secundario Cambio en el uso del suelo Otros Impactos Ambientales Deforestación | Impacto social, cultural y económico principal Apropiación privada de áreas Impacto social, cultural y económico secundario Aumento de la violencia y el delito Otros impactos sociales, culturales y económicos Amenazas |
Momentos Clave
El gobierno de Rojas Pinilla trasladó a excombatientes guerrilleros amnistiados de la época de la violencia al río Ariari.
En el gobierno de Alberto Lleras Camargo se orientaron procesos de colonización en las riberas del río Ariari Canaguaro, Avichure y Charco de Indio.
Gobierno de Guillermo León Valencia Proyecto Meta 1 en los ríos Ariari y Guejar.
- Conflicto territoriales entre autoridades ambientales y los colonos localizados al interior y en zonas aledañas a la reserva.
- Acuerdo del INCORA 0026 del 16 de Septiembre del 1971 y Resolución Ejecutiva 440 del 31 de diciembre de 1971 : la Reserva Nacional Sierra de La Macarena tendría que ser administrada y manejada por el INDERENA como un Parque Nacional Natural y el gobierno otorgar tierras y créditos a los colonos.
Consejo de Estado dejó sin efecto los artículos más importantes de la Resolución Ejecutiva 440, lo que ocasionó que el área protegida recobrara su régimen legal de Reserva Nacional, siguiera siendo administrada por la Universidad Nacional de Colombia con apoyo del INDERENA.
- Decreto Ley 1989 el gobierno de Virgilio Barco desatendiendo la propuesta y los estudios de la Universidad Nacional de Colombia, creó el Área de Manejo Especial de la Macarena -AMEM
- 1 de septiembre creación del Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena. El gobierno nacional cambió la categoría de manejo del área protegida de la Sierra de La Macarena, de Reserva Nacional a Parque Nacional Natural, y estableció nuevos linderos (art.1), los cuales corresponden al área colonizada
Construcción de la “trocha ganadera” por las extintas FARC que conecta el municipio de Vista Hermosa con la Macarena y atraviesa toda la zona protegida.
Llegada de nuevos colonos.
- Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló que el PNN con mayor cantidad de cultivos ilegales de hoja de coca en el país era Sierra de La Macarena, con un estimado de 1840 hectáreas.
- En mayo de 2018, personas no identificadas quemaron la cabaña del centro de visitantes en Caño Cristales, un atractivo turístico conocido como el río de los siete colores.
2018: Segundo Foro Ambiental y Agrario realizado en el municipio de La Macarena. - Octubre- Manifiesto ecológico por una Justicia Ambiental para la Sierra de la Macarena.
- PNN informó que desde el 2002 esta zona contaba con un total de 55 893 hectáreas de bosque transformadas.
- Operación Artemisa.
- Declaración Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta.
- El 3 de diciembre de 2020 Javier Francisco Parra Cubillos, coordinador regional de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), fue asesinado.
2 de Mayo declaración Resolución 00007067, mediante la cual el Instituto Colombiano Agropecuario ICA estableció medidas dirigidas a cancelar el Registro Sanitario de Predio Pecuario (RSPP) “de los predios que desarrollen su actividad ganadera de Bovinos y/o Bufalinos dentro de las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales [y] Parques Naturales Regionales del país”.
- El domingo 15 de enero a las 2:00 de la tarde, en la Sierra de La Macarena dos explosiones hicieron correr a todos los bañistas del río Caño Cristales.
- Se firman acuerdos de conservación con campesinos de la Macarena en el marco del fondo de Colombia en paz.
2024: Congreso colombiano archiva ley contra la deforestación por ganadería y discute norma sobre tierras que podría incentivarla.
Descargables
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SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2022). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena poblamiento y superposición de territorialidades [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/otras-actividades/#parque-nacional-sierra-macarena-poblamiento-y-superposicion-de-territorialidades
Parque Nacional Natural Picachos colonización, poblamiento y superposición de territorialidades
Descripción
El Parque Nacional Natural Cordillera de los Picachos se ubica en la vertiente este de la cordillera Oriental, al sur del país, en los municipios de San Vicente del Caguán (Caquetá) y Uribe (Meta) (PNN, 2023). El PNN fue declarado mediante el acuerdo del INDERENA 018 del 2 de mayo de 1977, con la resolución ejecutiva 157 del Ministerio de Agricultura. Cuenta con un área de 287.493 ha y por su amplio gradiente altitudinal y ubicación en la transición andino-amazónico-orinoquense, sus ecosistemas incluyen páramos, bosques andinos, selvas húmedas y bosques de galería que brindan varios servicios ecosistémicos como el almacenamiento de carbono o la provisión y regulación de recurso hídrico para las macro cuencas del Orinoco junto con la del Amazonas (PNN, 2023).
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La ausencia estatal a lo largo de años en estas zonas, sumado a los procesos de colonización que en distintos momentos ha promovido el mismo estado en décadas anteriores, ha generado que los campesinos que han ido colonizando las zonas que están dentro del parque y su periferia, se hayan ido organizando y hayan planificado a su manera el ordenamiento del territorio, el cual, a pesar de estar fuera de las instancias legales, para ellos es válida y es la que les ha funcionado (Borda, 2017). Este es un mosaico cultural conformado por colonos de orígenes diversos, procedentes de fronteras cerradas, de los departamentos del Tolima, Valle, Boyacá y la región del Magdalena medio, entre otros (Sinchi, 2004). Los colonos a través de las relaciones sociales de parentesco o compadrazgo, han desarrollado un proceso de ocupación del territorio donde reproducen las prácticas culturales de sus centros de origen y formas organizativas mediante las cuales conseguir cohesión e identificación grupal (Sinchi, 2004).
En los años recientes según la misma Fiscalía, en esta región hay organizaciones delincuenciales y grandes estructuras criminales que se benefician de la tala indiscriminada, lo que no necesariamente significa que quienes cuidan las cabezas de ganado sean los directamente beneficiados de tumbar los árboles, o quienes conforman la empresa criminal que existe detrás de este fenómeno (El Tiempo, 2018). Si se quisiera ahondar más y llegar a las raíces, una de las principales causas del problema es, también, el acceso inequitativo a la tierra (El Tiempo, 2018). Dada la difícil situación de orden público en la zona, los diálogos no han sido fáciles con las comunidades asentadas, y ha habido momentos de mayor tensión social por lo operativos militares que se han adelantado (De Justicia, 2022).
Durante décadas el costado suroriental del Parque Nacional Natural Cordillera de los Picachos ha sido foco de tala de bosque con propósitos, en su mayoría, de ganadería (Acuña, 2019). Un aproximado de 209 familias habitan el parque, muchas de ellas sin acceso a servicios públicos, educación, salud, entre otras necesidades básicas (Acuña, 2020). No obstante, también se señaló por parte de PNN en el 2018, que en el Parque Picachos hay un negocio grande, unas mafias de acaparadores de tierra, quienes le pagan a unas 30 o más personas para que deforesten por ellos (El Tiempo, 2018). Igualmente, en el 2018 PNN también señaló que es la comunidad que han estado trabajando para evitar la deforestación, son quienes le insisten a PNN que detengan la deforestación, que ejerzan la autoridad, que protejan el ecosistema y defiendan el patrimonio natural de los colombianos (El Tiempo, 2018).
En relación con los operativos que se han desarrollado al interior del parque Picachos para judicializar y desalojar a las personas que están en parque, la Fiscalía General de la Nación señala que: “Simplemente no podemos ignorar a quien esté dentro de los Parques Nacionales y haya deforestado, pese a que no sea el gran determinador. Es la manera de desincentivar a los pequeños campesinos: sacándolos y mostrándoles que cometen un delito. La única medida de aseguramiento contra ellos es que se les prohíbe ingresar al parque” (El Tiempo, 2021).
Estas relaciones entre las comunidades que habitan el Parque y las instituciones estatales, como la Unidad de Parques y el MinAmbiente, se han dado muchas tensionante de carácter temporal, es decir que además de ser conflictiva la relación es esporádica porque las entidades mencionadas no tienen presencia permanente en el territorio (CEALDES, 2019) Igualmente, los campesinos que habitan en el Parque señalan que Cormacarena y Parques Nacionales Naturales son dos entidades con las que hay una relación negativa (CEALDES, 2019). Éstas situaciones están relacionadas en parte con lo ocurrido en el operativo policial del mes de octubre de 2018 en el PNN Cordillera de los Picachos (Acuña, 2020), que resultó con la captura de varios campesinos y la judicialización de tres de ellos (CEALDES, 2019). Las comunidades campesinas también alegan que estas entidades únicamente persiguen pequeños propietarios, mientras que los que llaman “grandes deforestadores” no corren ningún riesgo pues pueden dar dinero para evitar las sanciones (CEALDES, 2019).
Adicional a esto otra de las estrategias que se han usado para disminuir la deforestación han sido la de firmar acuerdos de conservación en donde en la inspección de Guayabal, municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, comunidades del sector de manejo Pato-Balsillas (que comprende la Zona de Reserva Campesina) y Parques Nacionales, firmaron acuerdos de conservación para continuar protegiendo el Parque Nacional Natural Cordillera de Los Picachos y sus zonas con función amortiguadora (PNN, 2020).
Ubicación
Departamento: Caquetá
Municipios: San Vicente del Caguán
Otros municipios: Uribe, Meta
Otros datos de Ubicación: Parque Nacional Natural Cordillera de los Picachos
Causas
La ausencia estatal a lo largo de años en estas zonas, sumado a los procesos de colonización que en distintos momentos ha promovido el mismo estado en décadas anteriores, ha generado que los campesinos que han ido colonizando las zonas que están dentro del parque y su periferia, se hayan ido organizando y hayan planificado a su manera el ordenamiento del territorio, el cual, a pesar de estar fuera de las instancias legales, para ellos es válida y es la que les ha funcionado (Borda, 2017). Este es un mosaico cultural conformado por colonos de orígenes diversos, procedentes de fronteras cerradas, de los departamentos del Tolima, Valle, Boyacá y la región del Magdalena medio, entre otros (Sinchi, 2004). Los colonos a través de las relaciones sociales de parentesco o compadrazgo, han desarrollado un proceso de ocupación del territorio donde reproducen las prácticas culturales de sus centros de origen y formas organizativas mediante las cuales conseguir cohesión e identificación grupal (Sinchi, 2004).
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En los años recientes según la misma Fiscalía, en esta región hay organizaciones delincuenciales y grandes estructuras criminales que se benefician de la tala indiscriminada, lo que no necesariamente significa que quienes cuidan las cabezas de ganado sean los directamente beneficiados de tumbar los árboles, o quienes conforman la empresa criminal que existe detrás de este fenómeno (El Tiempo, 2018). Si se quisiera ahondar más y llegar a las raíces, una de las principales causas del problema es, también, el acceso inequitativo a la tierra (El Tiempo, 2018). Dada la difícil situación de orden público en la zona, los diálogos no han sido fáciles con las comunidades asentadas, y ha habido momentos de mayor tensión social por lo operativos militares que se han adelantado (De Justicia, 2022).
Actores
Organizaciones Sociales | Institución Estatal | Autoridad Ambiental | Actores Armados |
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Corporación por la Defensa Ambiental y el Desarrollo Sostenible en el Área de Manejo Especial de La Macarena (CORPOAMEM); Asociación Campesina Ambiental de Losada Guayabero (ASCAL-G); Asociación Municipal de Colonos del Pato - AMCOP | Unidad Administrativa Especial de Parques Nacionales Naturales, Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Macarena (Cormacarena); Gobernación del Meta, Gobernación de Caquetá; Alcaldías municipales de La Uribe y San Vicente del Caguán; Defensoría del Pueblo; Departamento para la Prosperidad Social y Dirección para la Atención Integral de Lucha contra las Drogas; Minambiente; Mindefensa; Minagricultura; Ministerio de MInas y Energía; ICA; ANLA; Fiscalia; Procuraduria, Visión amazonia; ADR; ADR; DCSI ART; | CORMACARENA | Disidencias de las FARC |
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos sociales, culturales y económicos |
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Impacto ambiental principal Deforestación Impacto ambiental secundario Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) Otros impactos ambientales Cambio en el uso del suelo | Impacto social, cultural y económico principal Apropiación privada de áreas Impacto social, cultural y económico secundario Aumento de la violencia y el delito Otros impactos sociales, culturales y económicos Militarización y aumento de la presencia policial |
Momentos Clave
Se delimita el Parque y reserva mediante la Resolución 157 del 6 de junio de 1977 (aprobando el acuerdo 18 del 2 de mayo de 1977 del Inderena) del Ministerio de Agricultura con una extensión de 286.000 ha.
Campesinos de los ríos Losada y Guayabero, conformaron una organización social dedicada a velar por la protección del ambiente, conocida como Asociación Campesina Ambiental Losada Guayabero – ASCAL G.
- La Resolución No. 48 del 16 de marzo de 1988 del Ministerio de Agricultura aprueba el Acuerdo No. 0068 de octubre 8 de 1987 del Inderena por medio del cual se amplió el área de Parque a 439.000 ha. con la respectiva modificación de sus límites.
- Mediante Resolución No. 0047 del 19 de enero de 1998 del Ministerio del Medio Ambiente amplia y redelimita el Parque adicionando un área de 5.740 ha. quedando éste con una superficie de 444.740 ha.
En el proceso de paz que se desarrolló con el entonces presidente Andrés Pastrana se desarrolló el acuerdo de los Pozos, en donde las extintas Farc reconocieron entre otros aspectos la necesidad de autosostenibilidad de las comunidades rurales incluyendo economías de turismo ecológico por su sostenibilidad.
La prensa oficial señaló en su momento el planteamiento ambiental que estaban señalando las extintas FARC por la construcción de carreteras en el Área de Manejo de la Macarena.
Los funcionarios del Parque Picachos fueron expulsados en 2005 por la guerrilla de las FARC y solo hasta 2009 pudieron ingresar nuevamente.
En abril de 2015 Oleoducto el Pacífico SAS -la compañía de la que son socias Pacific Rubiales y una filial de Ecopetrol que está encargada de desarrollar el Oleducto Tapir, megaproyecto para transportar crudo desde los Llanos hasta el puerto de Buenaventura y sacarlo hacia los países de Asia, le solicitó a la ANLA que evaluará dos alternativas para el trazado del Oleoducto Tapir- un tramo que permitiría sacar el petróleo que se explota en Caquetá y Putumayo hasta el oleoducto principal. La alternativa preferida por la empresa pasaría por la mitad del Parque Nacional Picachos, por qué se reducirían sustancialmente los costos. De ahí que sea la prioridad de la empresa elegir esa opción, a pesar de que Parques Nacionales se opone rotundamente.
- Con la firma de los Acuerdos de Paz no sólo llegaron los nuevos colonos, llegaron los de Parques Nacionales a tratar de trabajar en el parque.
- Las directoras de Picachos, Macarena y Tinigua recibieron panfletos amenazantes en noviembre de 2016 y desde principios de este mes están despachando desde Villavicencio.
- Las disidencias de las Farc dieron la orden de que se podía trabajar la tierra que estaba protegida. “Repartieron 7.000 u 8.000 hectáreas, de a 100 para cada familia”. El acuerdo era que podían talar el 70 % de sus fincas, no la mitad, como los que llevábamos rato en la región.
- En agosto de 2017, la Fiscalía general de la Nación llamó al representante legal de Hupecol y a otros funcionarios a imputación de cargos por daño en los recursos naturales e invasión de áreas de especial importancia ecológica.
- El 28 de octubre de 2018 la Fiscalía General de la Nación, el Ejército Nacional, la Policía y otras entidades, ingresaron a Picachos con cerca de 70 camiones, decomisaron aproximadamente 600 cabezas de ganado y capturaron a cinco campesinos.
- La Fiscalía le ordena al ICA bloquear las guías de movilización de ganado y al banco agrario dejar de aprobar créditos para el desarrollo productivo dentro del patrimonio natural de los colombianos.
- Se adelantaron operativos de la operación militar Artemisa, al interior del Parque Nacional Picachos.
- En la inspección de Guayabal, municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, comunidades del sector de manejo Pato-Balsillas (que comprende la Zona de Reserva Campesina) y Parques Nacionales, firmaron acuerdos de conservación para continuar protegiendo el Parque Nacional Natural Cordillera de Los Picachos y sus zonas con función amortiguadora.
- Resolución No.00007067 de 2022 del ICA, “Por la cual se establecen medidas encaminadas a la cancelación del Registro Sanitario de Predio Pecuario- RSPP de los predios que desarrollen su actividad ganadera de Bovinos y/o Bufalinos dentro de las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales, Parques Naturales Regionales del país, se adiciona el parágrafo dos al artículo 4 y el parágrafo cuatro al artículo 11 de la Resolución No. 090464 de 20 de enero de 2021”.
- Resolución No. 00014444 de 2022, “Por la cual se modifican algunos apartes de la Resolución 00007067 del 02 de mayo de 2022 y se dictan otras disposiciones”.
En los talleres de San Vicente del Caguán se identificó que el conflicto socioambiental sigue vigente.
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¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2023). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Parque Nacional Natural Picachos Colonización, Poblamiento y Superposición de Territorialidades [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/atlas-tipologia-hidrocarburos/#pnn-picachos-colonizacion
Praderización en la zona de Losada-Guayabero
Descripción
La zona de Losada esta ubicada al noroccidente del municipio de la Macarena, cuyo centro es la inspección de San Juan de Losada, que mantiene una relación estrecha con San Vicente del Caguán (Rodríguez, 2020). Allí, la tradición organizativa campesina es fuerte desde hace más de veinte años y es una región donde se ha vivido de manera más directa el conflicto de tierras entre campesinos que viven en zonas de Parques Naturales y las instituciones estatales (Rodríguez, 2020).
La Macarena es una región en donde se han venido dando procesos de colonización por distintos motivos como lo son los auges extractivos, las bonanzas y la violencia de los años 50. Dentro de los principales momentos en este proceso de colonización de la Macarena Meta y el norte de San Vicente del Caguán, están los años cincuenta, donde las familias huían de la violencia de sus territorios originales (Maestre-Másmela, 2021), y llegaron a estas nuevas zonas a colonizar y a transformar el territorio con sus conocimientos y tradiciones (Sinchi, 2004; CIDER, 2020).
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Posteriormente, otro momento que consolida el proceso de colonización se da en la década de los ochenta, con la llegada de nuevos campesinos a las márgenes de los ríos Losada y Guayabero, en donde se continuó implementando necesariamente técnicas de manejo del territorio que la gente traía como parte de su cultura basadas en la tumba y la quema, formando parches de pastos en esta región (Sinchi, 2004). La década de los 90 es una época de gran poblamiento en la región, donde se desarrolló buena parte de la infraestructura de centros poblados rurales, en donde hay una gran incidencia de este poblamiento por el auge en el cultivo de hoja de coca (CIDER, 2020).
En este proceso de colonización y transformación de territorio que se ha venido dando ya por varias décadas, claramente hay una fuerte influencia sobre las visiones culturales, lo cual se refleja en lo que señalan los voceros de asociaciones campesinas de la zona quienes dicen que: “Es un tema cultural también. Lo que un campesino caqueteño entiende por trabajar es tumbar el bosque, meterle candela y sembrar pasto para el ganado y si ya no hay nadie que se lo prohíba…” (Vélez, 2018).
A partir de la salida del territorio de las extintas FARC como resultado del Acuerdo de paz (CIDER, 2020), esto no solo ha sido aprovechada por las disidencias que siguen teniendo control territorial en la zona, si no también ha sido aprovechado por distintos actores que ya le prestan poca atención a las asociaciones campesinas en temas de cuidado ambiental y mientras el Estado no llegue como prometió que lo haría la deforestación continuará (Vélez, 2018). A esto se suma que las disidencias han estado permitiendo talar para ganarse la confianza de la gente (Vélez, 2018). Además, hay grandes inversiones que están promoviendo la deforestación en esta zona y en áreas aledañas, tanto para promover la ganadería como la praderización (CIDER, 2020), pero especialmente tienen que ver con una serie de relaciones económicas basadas en el endeude de los productores locales con dinero proveniente de apoderados foráneos (CEALDES, 2020).
Por otra parte, el asesinato de líderes sociales y ambientales en años recientes, como fue el caso de Erley Monroy Fierro (Verdad Abierta, 2020), quien era uno de los lideres de Asociación Campesina Ambientalista Losada Guayabero Ascal-G, han generado preocupaciones por parte de la comunidad sobre las garantías que existen para la defensa de los temas ambientales y territoriales (Verdad Abierta, 2020). Ascal-G, que agrupa a 70 veredas del municipio de San Juan de Losada, en todo el límite entre Meta y Caquetá se dedica sobre todo a ejercer un control ambiental allí, y es allí donde uno de sus voceros señaló que han venido perdiendo liderazgo desde que asesinaron Erley Monroy (Vélez, 2018). No obstante, todas estas situaciones en el 2022 se hace la declaración de la Reserva Campesina Losada Guayabero (ANT, 2022).
Como parte de las visiones que los campesinos tienen sobre estas disputas territoriales y sobre su interés en la conformación de las Zonas de Reserva Campesina, se encuentra la visión de líderes de asociaciones campesinas de la zona quienes señalan que: “se ha venido hablando mucho de las ZRC porque nos parece a nosotros que es la única manera que nosotros tenemos para conservar ¿por qué decimos eso? Porque resulta que mediante la ZRC se instala prácticamente un gobierno propio, local. No se va a desarticular de nada de la vida nacional ni de lo departamental ni de lo municipal, pero sí adquirimos una categoría superior y es la de poder elaborar nuestro propio plan de desarrollo” (Maestre-Másmela, 2021).
Ubicación
Departamento: Meta
Municipios: Macarena
Otros datos de Ubicación: Zona de Reserva Campesina Losada Guayabero
Causas
Es una zona donde ha habido conflictos entre las políticas sectoriales de los últimos años, en el marco del Acuerdo de Paz, principalmente asociadas a un nuevo impulso de democratización estatal, atendiendo los principios de justicia restaurativa, mientras que, al tiempo, se promueve una nueva estrategia de empresarialización del sector rural (CIDER. (2020). A esto se debe sumar que el hecho que la actual reserva Losada Guayabero colinde con las áreas de los Parques Naturales Nacionales de Tinigua y de Picacho ha traído de manera permanente unas tensiones territoriales (Maestre-Másmela & Roa-García, 2023). La ausencia estatal a lo largo de años en estas zonas, sumado a los procesos de colonización que en distintos momentos ha promovido el mismo estado en décadas anteriores, ha generado que los campesinos que han ido colonizando las zonas que están dentro del parque y su periferia, se hayan ido organizando y hayan planificado a su manera el ordenamiento del territorio, el cual, a pesar de estar fuera de las instancias legales, para ellos es válida y es la que les ha funcionado (Borda, 2017).
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En este escenario se debe entender que la deforestación es un fenómeno que vincula un conjunto de dinámicas económicas, sociales, políticas, y ecológicas, tanto históricas como actuales (CIDER, 2020), en donde para la zona de Losada Guayabero han confluido varios temas estructurales que han tenido diversidad de impactos, dentro de estos temas están la salida de las extintas FARC, lo cual generó una nueva reorganización de actores territoriales, sumado a esto se ha venido dando una economía regional que está muy asociada con el remplazo de los bosques para actividades económicas que hacen los campesinos para sobrevivir, como la ganadería y la praderización, actividades que se han visto aceleradas por actores externos con poder de inversión, a esto se le suma que ha habido cumplimiento parcial o incumplimiento total de los acuerdos de la Habana (CIDER, 2020).
Actores
Organizaciones Sociales | Institución Estatal | Autoridad Ambiental | Actores Armados | Otro |
---|---|---|---|---|
Asociación Campesina Ambiental de Losada Guayabero (ASCAL-G) | Unidad Administrativa Especial de Parques Nacionales Naturales; Gobernación del Meta; Alcaldías municipales de La Macarena; Defensoría del Pueblo; Departamento para la Prosperidad Social y Dirección para la Atención Integral de Lucha contra las Drogas; Minambiente; Mindefensa; Minagricultura; Ministerio de MInas y Energía; ICA; ANLA; Fiscalia; Procuraduria; Visión amazonia, ANT; ADR; DCSI ART; | CORMACARENA | Disidencias de las FARC | Pastoral |
Impactos
Impacto ambiental principal Deforestación Impacto ambiental secundario Afectación o pérdida de biodiversidad terrestres (flora, fauna silvestre, agrobiodiversidad) Otros impactos ambientales Cambio en el uso del suelo | Impacto social, cultural y económico principal Asesinatos a líderes sociales Impacto social, cultural y económico secundario Desplazamiento Otros impactos sociales, culturales y económicos Despojo de tierras |
Momentos Clave
En los años ochenta se da auge en el cultivo de hoja de coca que ya se daba a finales de los años 80. Fue la época de mayor poblamiento en la región y donde se desarrolló buena parte de la infraestructura de centros poblados rurales.
Ley 160 de 1994 “Por la cual se crea el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino, se establece un subsidio para la adquisición de tierras, se reforma el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria y se dictan otras disposiciones.”
Fueron los primeros comités ambientales en el Losada, en 1995, los que dieron origen a la Asociación ASCAL-G. Inicialmente, estos comités buscaron enfrentar la caza y frenar la deforestación que se venía dando por parte de algunas familias en la región.
El 7 de agosto de 1996 la población campesina firmó unos acuerdos ambientales que incluyeron la prohibición de la cacería de especies como la danta, el armadillo trueno, el venado y el ave paujil. También se pactó la protección de los nacimientos de agua: no talar, ni quemar el bosque.
- En la década del 2000: el principal suceso allí fue sin duda el escenario de diálogos entre la guerrilla de las Farc y el Gobierno de Andrés Pastrana.
- En la década del año 2000 las primeras aéreas con glifosato inician con la implementación del Plan Colombia y la actual reserva campesina está en los municipios que en cuestión fueron el epicentro de esta política militar contra el cultivo de la hoja de coca.
El proceso de constitución de la Reserva Losada Guayabero empezó en 2001, cuando se presentó la primera propuesta ante el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER), cuyo trámite quedó truncado y se estancó.
Constitución del Plan de Desarrollo Alternativo del Interfluvio Losada-Guayabero.
El proceso de constitución de la Reserva Losada Guayabero fue retomado en 2011, y en 2015 se propuso la audiencia pública realizada en el 2016 “y ahí quedó todo ya otra vez estancado nuevamente”.
En el 2014 desde las fuerzas militares señalaron en ese momento que las extintas FARC hacían producir las tierras del sur del Meta para financiarse, incluso desde las fuerzas Militares se indicaba que cabecillas de las extintas FARC eran promotores de las zonas de reserva campesina en el sur del Meta (El Tiempo, 2014).
Los distintos actores que llegan al territorio después del Acuerdo de Paz, un vacío institucional que no fue debidamente ocupado y el recrudecimiento de la violencia marcan este periodo donde la deforestación es un hecho transversal.
Asesinato del líder social y ambiental Erley Monroy miembro de ASCAL-G.
Acuerdo 218 del 28 de enero de 2022 “Por medio del cual se revoca el Acuerdo No. 187 del 26 de octubre de 2021 confirmado a través del Acuerdo 218 del 28 de enero de 2022 y se constituye y delimita la Zona de Reserva Campesina Losada- Guayabero, ubicada en los municipios de la Macarena y Uribe en el departamento del Meta.
En los talleres de San Vicente del Caguán se identificó que sigue existiendo un conflicto socioambiental que genera praderización y causa deforestación.
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¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2023). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Praderización en la zona de Losada-Guayabero [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/atlas-tipologia-hidrocarburos/#praderizacion-losada-guayabero
Monocultivos en Alto Putumayo
Descripción
El alto Putumayo es una región del occidente de este departamento que presenta la transición del piedemonte amazónico a las formaciones andinas. Por esta ubicación es considerada una zona de articulación entre selva y montaña, lo que explica su alta biodiversidad y endemismos. Está en la frontera entre Nariño y Putumayo, entre los 2000 y 3600 m.s.n.m., y contiene ecosistemas de páramo, bosque alto andino, bosques húmedos tropicales, humedales y planicies inundables. El alto Putumayo es parte de la vertiente oriental de la cordillera de los Andes antes de su bifurcación, a la altura del macizo colombiano, en donde nacen los ríos Putumayo y Mocoa de la cuenca amazónica. Es una zona montañosa rica en agua que tiene una depresión llana en su centro, la cual era antes un cuerpo y red hídrica que por procesos antrópicos de colmatación se ha secado. En la actualidad, sobre esta planicie se han establecido los centros urbanos y gran parte del sector productivo de la región (Corpoamazonia, 2006).
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Esta depresión, que corresponde al Valle del Sibundoy, ha sido tradicionalmente habitada por las comunidades Inga y Kamentsá (Beltrán, 2003). Allí establecieron sus principales asentamientos, hasta que por procesos de despojo, desplazamiento y colonización a lo largo del periodo republicano, pero en especial desde inicios del siglo XX, una parte se trasladó a zonas más montañosas y alejadas, mientras que la población colona proveniente de Nariño y la región andina se estableció en las planicies y estribaciones montañosas (Ramírez, 1996). La colonización de la zona estuvo impulsada por las sucesivas bonanzas económicas de la región amazónica en los siglos XIX y XX y por misiones religiosas, particularmente de los capuchinos. Colón, Santiago, San Francisco y Sibundoy son los municipios que conforman a la subregión en la actualidad. A su alrededor hay varios resguardos indígenas Inga y Kamentsá, lugares sagrados para estas comunidades indígenas, y figuras de protección ambiental como Reserva de la Amazonia, Reserva Forestal del Río Mocoa y Reservas Naturales de la Sociedad Civil (UNGRD, 2009).
En los talleres realizados por el SINCHI en el alto Putumayo se conoció la percepción de distintos actores sobre el uso de recursos naturales en la región. Representantes de campesinos, instituciones locales y las comunidades Inga y Kamentsá comentaron consistentemente sobre el papel de los monocultivos en el alto Putumayo. Los monocultivos se expandieron en la región desde finales del siglo XX y se han vuelto intensivos en las últimas dos décadas, propiciados por el avance de la frontera agraria en la zona. Desde la década de 1960, entidades estatales han propiciado el uso de la tierra del Valle del Sibundoy por considerarla “prometedora para el desarrollo de grandes plantaciones comerciales de los cultivos tropicales, pues la fertilidad de sus tierras y la relativa facilidad para construir carreteras, caminos y aeropuertos, es una garantía para el desarrollo económico de tan extensa zona” (Urueña, 2018, p. 112). La planicie fértil inundable y las estribaciones montañosas del alto Putumayo, antes un sistema de humedales y flujos hídricos, fueron intervenidas en 1964 por la construcción del Distrito de Drenaje del Valle del Sibundoy, proyecto conocido como Putumayo No. 1 del INCORA, con el fin de habilitar nuevas tierras para la colonización y para la delimitación de territorios indígenas y baldíos (Corpoamazonía, 2010). Si bien no se concluyó la construcción, lo cual ha generado problemas con la gestión hídrica en el valle, el proyecto atrajo nuevos habitantes y dinámicas económicas que sentaron precedentes para la posterior expansión de monocultivos en la zona.
Posteriormente, instrumentos de planeación territorial diseñados por las administraciones de municipios del alto Putumayo han continuado esta visión de vocación agraria productiva de la tierra, vinculada a ideas sobre desarrollo económico y social y al avance de infraestructura vial, por ejemplo con el proyecto de la vía Pasto – San Francisco – Mocoa (Chaparro, 2015; Corpoamazonia, 2009; Alcaldía de Sibundoy, 2016). Según las caracterizaciones de suelos hechas por el Ministerio de Agricultura a través del Sistema de Información para la Planificación Rural Agropecuaria (SIPRA, 2024), la zona plana y de laderas es apropiada para la expansión de cultivos como fríjol, granadilla, aguacate, tomate, lulo, maíz, entre otros productos, además de papa en las partes altas montañosas y de ganadería en la planicie. En este escenario de factibilidad para la expansión de la frontera agraria, de acuerdo con representantes de las comunidades Inga y Kamentsá escuchados, en las últimas décadas ha continuado el avance de monocultivos en la región.
Según los actores consultados en los talleres realizados en el alto Putumayo los monocultivos han tenido varios efectos. Las comunidades Inga y Kamentsá denuncian que el uso intensivo de agroquímicos se filtra y contamina la tierra y el agua, hecho comprobado por varios estudios (Revelo, at. al. 2016; Córdoba, 2012). El monocultivo más difundido en la región es el de fríjol. Ha habido iniciativas por regular el uso de agroquímicos y por acercarse a una producción más limpia, pero hay señales de agotamiento de los suelos, lo que a su vez dirige a que se aumente el uso de fertilizantes por parte de cultivadores (Corpoamazonia, 2007). La cada vez mayor presencia de monocultivos en zonas altas ha contaminado los cauces de aguas de las que dependen las comunidades indígenas tanto como los campesinos y las poblaciones urbanas de San Francisco, Sibundoy, Santiago y Colón. Por otra parte, la desecación de relictos de humedales que quedan en la zona plana y la deforestación de bosque primario y secundario en las montañas también son consecuencias de la expansión de la frontera agrícola. Los campesinos comparten estas preocupaciones, acorde a sus participaciones en el taller, aunque hay registro de tensiones entre campesinos e indígenas por usos diferenciados de la tierra. Para los segundos, los modos de trabajo con la tierra de los primeros han fomentado la pérdida de prácticas tradicionales de producción agraria, particularmente de la chagra o jajañ, y del manejo autónomo de semillas y técnicas de cultivo (Jacanamijoy y Carlosarna, 2019; Juagibioy y Sarmiento, 2014). Por otro lado, la memoria de desplazamientos y confinamiento en resguardos sucedidos a lo largo del siglo XX aún está presente en los relacionamientos de indígenas y campesinos, si bien también ha habido largos procesos de mestizaje y asimilación cultural (Muchavisoy, 2003). Otra consecuencia del avance de la frontera agrícola en el alto Putumayo ha sido el establecimiento de latifundios y monocultivos pertenecientes, según observaciones de campesinos escuchados, a terceros inversores como empresarios y carteles de narcotráficos; mientras que ha aumentado la segmentación en micro y minifundios de antiguas propiedades colectivas indígenas (CNMH, 2022).
Ubicación
Departamento: Putumayo
Municipios: Sibundoy
Otros Municipios: San Francisco, Colón, Santiago
Otros datos de Ubicación: Resguardos Inga y Kamentsá del alto Putumayo
Causas
Es una zona donde ha habido conflictos entre las políticas sectoriales de los últimos años, en el marco del Acuerdo de Paz, principalmente asociadas a un nuevo impulso de democratización estatal, atendiendo los principios de justicia restaurativa, mientras que, al tiempo, se promueve una nueva estrategia de empresarialización del sector rural (CIDER. (2020). A esto se debe sumar que el hecho que la actual reserva Losada Guayabero colinde con las áreas de los Parques Naturales Nacionales de Tinigua y de Picacho ha traído de manera permanente unas tensiones territoriales (Maestre-Másmela & Roa-García, 2023). La ausencia estatal a lo largo de años en estas zonas, sumado a los procesos de colonización que en distintos momentos ha promovido el mismo estado en décadas anteriores, ha generado que los campesinos que han ido colonizando las zonas que están dentro del parque y su periferia, se hayan ido organizando y hayan planificado a su manera el ordenamiento del territorio, el cual, a pesar de estar fuera de las instancias legales, para ellos es válida y es la que les ha funcionado (Borda, 2017).
+ Info
En este escenario se debe entender que la deforestación es un fenómeno que vincula un conjunto de dinámicas económicas, sociales, políticas, y ecológicas, tanto históricas como actuales (CIDER, 2020), en donde para la zona de Losada Guayabero han confluido varios temas estructurales que han tenido diversidad de impactos, dentro de estos temas están la salida de las extintas FARC, lo cual generó una nueva reorganización de actores territoriales, sumado a esto se ha venido dando una economía regional que está muy asociada con el remplazo de los bosques para actividades económicas que hacen los campesinos para sobrevivir, como la ganadería y la praderización, actividades que se han visto aceleradas por actores externos con poder de inversión, a esto se le suma que ha habido cumplimiento parcial o incumplimiento total de los acuerdos de la Habana (CIDER, 2020).
Actores
Comunidades Comunidades | Actores Sociales | Instituciones Estatales | Autoridad Ambiental |
---|---|---|---|
Comunidades indígenas Inga y Kamëntsá como habitantes históricos. Comunidades indígenas Pastos y Quillacingas como indígenas que han estado llegando de manera reciente. | Asociaciones campesinas del alto Putumayo. | Ministerio de Agricultura; Ministerio de Ambiente; Gobernación de Putumayo, Alcaldías de Sibundoy, San Francisco, Santiago y Colón. | CORPOAMAZONIA |
Impactos
Impactos Ambientales | Impactos sociales, culturales y económicos |
---|---|
Impacto ambiental principal Cambio en el uso del suelo Impacto ambiental secundario Deforestación Otros impactos ambientales Contaminación/afectación a fuentes hídricas | Impacto social, cultural y económico principal Pérdida de conocimientos/prácticas/culturas tradicionales Impacto social, cultural y económico secundario Afectación a temas de salud Otros impactos sociales, culturales y económicos Pérdida de medios de subsistencia |
Momentos Clave
construcción sistema de riego del Valle del Alto Putumayo.
Presencia de actores armados.
Creación Reserva Forestal Protectora de la Cuenca Alta del Río Mocoa.
Aumento de monocultivos, especialmente frijol.
Inundaciones en el sistema de riego.
Deforestación por aumento de monocultivos sobre la zona plana y de laderas.
Primera exportación de aguates provenientes del Alto Putumayo a Holanda.
Aumento de agricultura empresarial caracterizada por la constante siembra de maíz-fríjol con necesidad de aumento de agroinsumos, y perdida de los pueblos indígenas de su autonomia alimentaria (Rochel, et. al. 2022).
Llegada y expansión de los cultivos de aguacate.
En los talleres adelantados en el Alto Putumayo de diálogo territorial para la identificación, priorización y caracterización de CSA en el 2024 los participantes señalaron que han seguido aumentando las zonas de monocultivos.
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¿Cómo citar?
SIAT-AC Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI (2023). Atlas de conflictos socioambientales de la Amazonia colombiana. Praderización en la zona de Losada-Guayabero [Página web]. Disponible en: https://siatac.co/atlas-tipologia-hidrocarburos/#praderizacion-losada-guayabero